Las papas fritas son unos de los snacks preferidos para acompañar un aperitivo o simplemente para comerlas en cualquier momento del día. Aunque existen de distintos sabores, hay unas en particular que fueron prohibidas por la Unión Europea (UE): se trata de las papas fritas con sabor jamón.

La UE advirtió a los países del riesgo para la salud que presentan algunas de estas patatas fritas por los potenciadores del sabor que utilizan.

En concreto se prohibieron ocho de los 10 aditivos de aroma ahumado, entre los que se encuentran los utilizados para este popular snack, porque podrían dañar el material genético de las personas, aumentando el riesgo de enfermedades como el cáncer, consignó El Mundo.

Esta medida no solo afecta a las papas fritas con sabor a jamón, sino también a una variedad de productos alimenticios que utilizan estos aditivos para imitar el sabor ahumado. Entre ellos se incluyen snacks salados, salsas, sopas listas para consumir y ciertos productos cárnicos, como vienesas y tocino.

"Los ocho productos que acaban de evaluarse se han comercializado en la UE durante los últimos 10 años y los solicitantes han pedido a la Comisión Europea que prorrogue sus autorizaciones por otros 10 años. En el caso de los otros dos productos que se comercializan actualmente en la UE, el solicitante no pidió una renovación de su autorización", detalla la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Otros productos que también se ahuman, como jamones, embutidos, pescados y quesos, deberán adaptarse a esta nueva normativa si utilizan aromas ahumados artificiales.

¿Se seguirán vendiendo papas fritas con sabor a jamón?

Entonces, si la ley prohíbe la comercialización de 8 de los 10 aditivos que se usan para dar sabor a diferentes alimentos, ¿se podrán seguir vendiendo papas fritas con sabor a jamón? La respuesta es sí aunque con una condición. 

Se podrá seguir vendiendo este tipo de papas o también con sabor a barbacoa o tocino siempre y cuando se consiga la autorización de la UE, que establece una retirada progresiva para dar tiempo a los productores y operadores a adaptarse a las nuevas normas.

Cabe señalar que la entrada en vigor de esta medida está prevista para finales del primer semestre de 2025.

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