El 8 de diciembre de 1980 el mundo sintió la partida de un integrante de "The Beatles". John Lennon fue asesinado a los 40 años por Mark David Chapman, un fanático que le disparó cinco veces por la espalda a la salida de su departamento en Nueva York.
Horas antes del deceso, Lennon le había firmado a su asesino una copia de Double Fantasy, el último disco en el que pudo participar el cantante que murió de camino al Hospital de Roosevelt acompañado de su pareja Yoko Ono.
Chapman fue condenado a cadena perpetua después de declararse culpable de asesinato en segundo grado, pero con la posibilidad de pedir libertad condicional cuando cumpliera 20 años de sentencia.
En agosto de este año el homicida de Lennon solicitó por décima vez la libertad condicional, gracia que le fue negada como en todas las oportunidades anteriores.
Fue un panel compuesto por tres personas quien le negó el beneficio al hombre que actualmente tiene 61 años, incluso cuando existían cinco cartas recomendando la libertad condicional del Chapman. El panel también recibió una carta de Yoko Ono, en la que solicitaba negarle el beneficio al homicida porque teme por su vida y la de sus hijos.
El homicida de Lennon, quien asume sentir verguenza y estar arrepentido de su delito, no podrá solicitar la libertad condicional bajo palabra hasta agosto de 2020. Mientras tanto, Chapman reconoce ser un cristiano renacido, incluso mantiene tareas dentro de la cárcel, entre las que se incluyen limpiar, pintar y remover cera del piso, según indica The Associeted Press.