Los mitos que rondan en torno a la muerte de Elvis Presley persisten hasta la actualidad, alimentados principalmente por teorías conspirativas que se han diversificado a través de medios de comunicación.
Sin embargo, las historias que rondan al cantante y guitarrista de los años 70 fueron gatillados por el periodista estadounidense Michael Cole, quien fue el primero en ver el cuerpo sin vida de la leyenda del rock mundial.
En 1977, Cole que se desempeñaba como corresponsal de la BBC en Washington DC, se encontraba realizando una entrevista a un abogado en la capital norteamericana cuando se enteró que Presley había muerto en extrañas circunstancias.
Tras la noticia se dirigió a Memphis (Tennessee) en compañía del camarógrafo Bob Grevemberg. Al arribar al lugar "no había nadie en las calles, ni reunidos en las esquinas", aseguró.
De acuerdo a Daily Mail, a la mañana siguiente el dúo se dirigió a la mansión del cantante (la famosa Graceland) y tras dos horas de esperar frente a los portones de la residencia, el policía de Memphis se presentó ante el reportero para invitarlo a ver el cuerpo.
"No estaba seguro de querer visitar al muerto, pero en mi interés periodístico, acepté", reconoció a dicho medio. Al llegar a la sala en donde se encontraba el féretro, estaban los miembros de la familia Presley, incluida la ex esposa de Elvis, Priscilla, su hija Lisa Marie y su padre Vernon.
"Fue una vista tan extraordinaria, que tuve que detenerme en cada detalle. Lo más sorprendente fue el tamaño de su rostro. Tenía la forma de una sandía muy grande y pálida, como la muerte. Supuse que las drogas habían causado la hinchazón. Llevaba un traje negro, una camisa blanca y una elaborada corbata de satén blanco", explicó.
Lamentablemente el momento no quedó registrado porque no se les permitió grabar en el lugar. Sin embargo conversaron con Joe Esposito, mánager del artista, quien negó que "su representado haya ingerido alguna droga que lo haya llevado al límite".
Con posterioridad se constató que en su cuerpo había 14 tipos diferentes de drogas. Más de 80 mi personas siguieron de cerca el cortejo fúnebre que depositaría los restos de Elvis junto a la tumba de su madre Gladys.
Las declaraciones sobre el suceso fueron las que desencadenaron una ola de conspiraciones que se mantienen hasta hoy.
"Reporté que había mucha gente en Memphis que no creía que Elvis en verdad había muerto. Había especulaciones, a pesar de los comunicados de los doctores y de un coronel, que decían que había falseado su propia muerte y se había ocultado", contó.
Con posterioridad fue invitado a participar de un documental que tenía por objetivo dar a conocer todas las teorías conspirativas en torno a la muerte de Elvis.
"Lo que no me preguntó fue cómo podría estar seguro si era Elvis el del ataúd. Y por supuesto, no podría. Nunca lo había visto en persona hasta esa mañana", sentenció.