Uno de los efectos colaterales de la pandemia del COVID-19 afecta directamente a los animales que se encuentran en los zoológicos, ya que los recintos no han podido recibir al público y por ende han disminuido sus ingresos con los que son mantenidos.
Un dramático caso apunta al mini zoológico del Palacio de la Magdalena en Santander, España, donde hace más de un mes se denunció la mala situación en la que se encuentran diversas especies como focas y pingüinos.
En dicha instancia, el Ayuntamiento de Santander rechazó el cierre del recinto argumentando que "sería una decisión en caliente", pero hasta el día de hoy, no se ha aclarado qué va a suceder con los animales que están sufriendo estas terribles consecuencias.
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Según han denunciado el Pacma-Partido Animalista y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), las focas se encuentran en piscinas que están cubiertas de musgo y el "hábitat" de los pingüinos solo consta de unas rocas a la intemperie y que en el día reciben directamente los rayos de sol, dejándolos expuestos a una temperatura no natural para estos animales.
Debido a esto, piden que se clausure definitivamente el zoológico y que se garantice el traslado de los animales a santuarios o zonas de reservas.
Por otra parte, el portavoz regionalista del Ayuntamiento de Santander, José María Fuentes Pila, indicó que el cierre de este recinto se trata de una decisión“exclusivamente política”, apuntando a que la alcaldesa debe tomar una determinación "cuanto antes".
También hizo hincapié en que más de 28.000 personas han firmado pidiendo el cierre del zoológico, por lo tanto, "no debe menospreciarse aquella participación ciudadana que no venga “dirigida” por el equipo de gobierno”, sentenció Fuentes Pila.
