A lo largo de la historia se han realizado diversos experimentos a fin de entender el comportamiento humano, la interacción con otros y hasta estudios en donde se busca entender o comprobar hasta qué punto estamos dispuestos a seguir órdenes de alguien al que consideramos superior.
Para realizar estas investigaciones, los encargados generalmente publican un llamado en algún medio de comunicación o en algún canal de la universidad en la cual trabajan. Luego de ésto se selecciona a los voluntarios y se les detalla en qué consiste el experimento.
Muchas veces no se les comenta en total detalle sobre lo estudiado o los métodos del estudio a fin de obtener reacciones genuinas de parte de los participantes. Sin embargo, también se conoció el caso que involucró a tres familias que no sabían que eran parte de un experimento y se les ocultó más que una parte de la verdad.
A continuación, revisa tres impactantes experimentos que se han realizado con humanos:
1. Trillizos separados al nacer
¿Te imaginas caminar por la calle un día normal y que todos te confundan con otra persona? Eso fue lo que le pasó a Robert, confusión que terminó al enterarse que tenía otros dos hermanos.
Robert, David y Eddy fueron separados al nacer y adoptados por tres familias que no se conocían ni menos sabían que sus hijos tenían hermanos. Los tres crecieron sabiendo que eran adoptados y se desarrollaron de manera relativamente normal con su entorno. Sin embargo, todo cambió durante el primer día de universidad de Robert.
Robert llegó a su primer día de clases e inmediatamente fue confundido con otro estudiante, un tal Eddy Galland. En ese momento descubrió la existencia de sus otros dos hermanos. Con el pasar del tiempo y tras una serie de indagaciones descubrieron que su separación no fue casual ni a causa de una negligencia, sino que era parte de un experimento que buscaba medir cómo la genética y la crianza influye en el desarrollo de las personas cuando crecen en ambientes socioeconómicos distintos.
A lo largo de sus 19 años, los tres hermanos fueron controlados periódicamente por los investigadores, haciendo pensar a las tres familias que se trataba de estudios relacionados a la adopción.
La historia de los trillizos fue plasmada en el documental "Three Identical Strangers", el que fue presentado en enero de este año en el Festival de Cine de Sundance.
2. La cárcel de Stanford
El experimento se realizó en 1971 y fue liderado por el profesor de Psicología Philip Zimbardo, quien buscaba demostrar -de una forma dramática y quizás exagerada- cómo el poder de las situaciones extremas puede abrumar a las mejores personas y así sacar conclusiones sobre el comportamiento humano y las interacciones con otros.
Para desarrollar su estudio, Zimbardo publicó un aviso en el diario llamando a voluntarios para el experimento. Luego, dividió a los participantes en dos grupos: Prisioneros y guardias.
Se trataba de un ejercicio relativamente fácil de seguir para los participantes, quienes interpretarían sus respectivos papeles en una cárcel ambientada en el sótano del departamento de Psicología de la Universidad de Stanford en Estados Unidos. Sin embargo, todo se descontroló antes de llegar a las dos semanas fijadas por Zimbardo.
El investigador relató a BBC, en agosto de 2011, que en los primeros días del experimento, los prisioneros se rebelaron en contra de los guardias. "De repente, toda la dinámica cambió cuando creyeron que estaban tratando con prisioneros peligrosos, y en ese momento ya no era un experimento".
Por otro lado, Dave Eshleman, uno de los hombres que interpretó a un guardia, contó que durante el primer día "noté que no pasaba nada. Fue un poco aburrido así que tomé la decisión de tomar la imagen de un guardia muy cruel".
Para el profesor, el estudio "es la clásica demostración del poder de las situaciones y los sistemas para abrumar las buenas intenciones de los participantes y transformar a jóvenes normales en guardias sádicos o que los que se convirtieron en prisioneros tengan colapsos mentales".
Una de las películas que relata lo ocurrido al interior de aquel sótano es "The Stanford Prison Experiment", la que se estrenó en julio de 2015.
3. Obediencia y descargas eléctricas
El psicólogo Stanley Milgram de la Universidad de Yale en Estados Unidos lideró, en 1963, uno de los experimentos más controversiales en relación al comportamiento humano y la obediencia o seguimiento de instrucciones.
Para realizar el estudio, el psicólogo juntó a 40 voluntarios a los que emparejó, de manera aleatoria. A cada uno les contó que serían separados nuevamente y debían desarrollar distintas actividades en relación al rol asignado: Profesor y estudiante.
Una vez asignados los roles, eran llevados a dos habitaciones contiguas en donde no tenían contacto entre sí. Es decir, no veían sus reacciones, solo escuchan la voz del otro. Tras adaptarse en la habitación, al voluntario que era el profesor se le solicitaba realizar una prueba de memoria a su compañero y si se equivocaba debía castigarlo con una descarga eléctrica, la que iba en aumento según el número de errores.
Tras la aplicación del castigo, desde la otra habitación se escuchaban gritos de dolor y lamentos desesperados en donde el alumno pedía que se pausara el experimento.
Sin embargo, la persona que realizaba el rol del alumno siempre fue un "cómplice" de estudio y nunca recibió una descarga eléctrica como pensaba el "profesor". La idea de Milgram era saber hasta qué punto el maestro seguiría la instrucción aumentando la intensidad de las descargas, sabiendo que con éstas causaba daños físicos a su compañero de dinámica.
El resultado sorprendió a muchos: El 65 por ciento de los participantes llegó a ejecutar la descarga final máxima de 450 voltios.
El estudio de Stanley Milgram también fue llevado a la pantalla grande con "Experimenter", la que se estrenó en octubre de 2015.