Una de las principales recomendaciones de los expertos para protegernos de las enfermedades que transmiten los mosquitos es utilizar repelentes contra estos insectos.

Esto, sumado a otras precauciones (vestir ropa que nos cubra brazos y piernas, tapar tanques de agua o piscinas y no dejar restos de agua al regar las macetas), nos ayudará a mantener a los insectos transmisores de estas enfermedades.

¿Pero qué repelente debes usar? ¿Tienen todos la misma eficacia?

La respuesta más simple es no. Según un estudio publicado en la revista Journal of Insect Science por investigadores de la Universidad de Nuevo México en Estados Unidos, ninguno de los 11 productos que analizaron resultó 100% efectivo.

Sin embargo, los que obtuvieron mejores resultados son dos: los aerosoles que contienen DEET (N, N-dietil-m-toluamida) y aquellos con aceite de eucalipto de limón (OLE, por sus siglas en inglés).

Este producto, señala el estudio, redujeron la atracción de mosquitos en 60%.

El DEET fue desarrollado por el ejército estadounidense tras la experiencia que tuvieron en la Segunda Guerra Mundial en zonas selváticas.

Durante muchos años no se tenía muy claro cómo funcionaba el químico, pero investigaciones recientes sugieren que al mosquito sencillamente no le gusta el olor.

"No funcionan"

Los investigadores pusieron a prueba los repelentes colocando una "carnada humana" dentro de un túnel de viento cerca de una jaula de mosquitos.

Así, los investigadores estudiaron cuánto se acercaban los mosquitos a la persona dentro del túnel, a la que protegían con distintos repelentes por un período de 15 minutos.

Las velas de citronella, por ejemplo, demostraron un efecto nulo. Es más, mostraron el efecto contrario, según dicen los investigadores, aunque esta diferencia negativa no fue lo suficientemente grande como para considerarla significativa.

Los métodos de protección portables, como las pulseras, resultaron completamente inefectivos.

Esto puede ser, dicen los científicos, debido a que la cantidad de repelente que contienen no es suficiente.

El único dispositivo que mostró resultados fue un repelente de mosquito portable OFF! que distribuye el insecticida (metoflutrina) alrededor de quien lo usa sin necesidad de aplicar el repelente directamente sobre el cuerpo.

En opinión de Stacy Rodríguez, directora del laboratorio de fisiología molecular de vectores de la Universidad del estado de Nuevo México, el resultado de este estudio "es extremadamente importante porque los consumidores necesitan tener conciencia de que hay disponibles repelentes de mosquitos que no son efectivos".

"Si bien las etiquetas de muchos productos tienen aseveraciones muy contundentes, algunos productos sencillamente no funcionan", añadió la investigadora.

Aplicación frecuente

Otros dispositivos que pusieron a prueba fueron aquellos que funcionan con ondas sonoras.

Estos dicen ahuyentar a los mosquitos con ondas de sonido audibles para los insectos pero que nosotros no podemos oír.

Como era de esperar, también probaron ser completamente ineficientes.

"En momentos en que enfermedades transmitidas por vectores como el zika son una amenaza real, el peligro más grave que corre el consumidor es la falsa tranquilidad de que algunos repelentes lo protegen contra el Aeades aegypti cuando en realidad no le ofrecen protección alguna", concluyen los autores del estudio.

De todas maneras, es importante recordar que cuando hay insectos los repelentes deben aplicarse con frecuencia y es importante hacerlo después de rociarnos con protector solar, ya que de otro modo éste último puede disminuir la eficacia del repelente.

La mayoría de los productos antimosquito son seguros para embarazadas, pero éstas deben consultar a un médico antes de usarlos.

Y, aquellos que contengan aceite de eucalipto de limón (OLE) no deben utilizarse en niños menores de tres años.

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