El Telescopio Espacial James Webb (JWST) nos vuelve a sorprender por sus increíbles hallazgos del "universo profundo". Ahora pudo captar el tránsito de una estrella Wolf-Rayet -una de las más luminosas y masivas- a una supernova (explosión estelar).

Lo que pudo registrar el telescopio fue una gran nube de gas y polvo que está lanzando la estrella WR 124, la cual está ubicada a 15.000 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Sagitario. Esta estrella, según la NASA, tiene 30 veces la masa del Sol y hasta ahora ha expulsado material equivalente a 10 soles.

"A medida que el gas expulsado se aleja de la estrella y se enfría, se forma polvo cósmico y brilla en la luz infrarroja detectable por Webb", indican en una publicación.

Según detalla la agencia espacial en el comunicado, a pesar de que esta estrella está envuelta en una nube de polvo cómismo, todavía no es una supernova, por eso se caracteriza como una "Wolf-Rayet" que está en el proceso de una supernova, es decir, está a pasos de explotar y expulsar toda la materia y polvo de su interior.

El polvo es parte integral del funcionamiento del universo: alberga estrellas en formación, se reúne para ayudar a formar planetas y sirve como plataforma para que las moléculas se formen y se agrupen, incluidos los componentes básicos de la vida en la Tierra, señala la NASA.

En tanto, los expertos de la NASA aseguran que este descubrimiento sirve como “analogía para ayudar a los astrónomos a comprender un período crucial en la historia temprana del universo. Estrellas moribundas similares primero sembraron el universo joven con elementos pesados ​​​​forjados en sus núcleos, elementos que ahora son comunes en la era actual, incluso en la Tierra”. 

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