En los refrigeradores de la mayoría de los hogares chilenos siempre se encuentra yogurt, un alimento ultra versátil que nos saca de apuros cuando tenemos hambre y poco tiempo para cocinar.
Entre los beneficios del yogurt destaca que es una fuente rica en calcio, esencial para la salud ósea y dental. Además, contiene probióticos que favorecen la salud digestiva y fortalecen el sistema inmunológico.
A pesar de sus innumerables propiedades, a veces este producto queda olvidado en el fondo del refrigerador, hasta que algún miembro de la familia se da cuenta de su presencia y, desafortunadamente, ya ha expirado.
¿Qué pasa si consumo un yogurt vencido?
En primer lugar, el yogurt, en su empaque, no tiene escrita una fecha de expiración, sino que lleva la leyenda "consumir antes de". Esto significa que, después del día indicado, el yogurt podría perder sus propiedades organolépticas (su sabor, aroma, aspecto o temperatura) pero su consumo no es peligroso para la salud.
El nutricionista-dietista Ramón Cangas explicó a la Academia Española de Nutrición y Dietética que no pasa nada si una persona consume un yogur después del día de consumo preferente, solo que no tendría la misma calidad o aspecto que antes.
"Es útil para las marcas porque de esta forma se aseguran de que su producto se consumirá en su punto máximo de frescura y calidad organoléptica", detalló.
Sin embargo, hay un momento en el que el yogur deja de ser consumible, después de su fecha de consumo preferente, y todo depende de si estuvo refrigerado o no. Es decir, solo duraría entre dos y tres semanas si se conservó bien. De todas maneras, los expertos recomiendan respetar esa fecha límite.
Señales para identificar si un yogurt está en mal estado
Dado lo anterior, el sitio especializado en salud, CuidatePlus, indicó que existen señales bastante evidentes para darse cuenta si el producto se echó a perder y así evitar su consumo:
- No consumir yogures que tengan su tapa abierta parcialmente, dañada o con humedad, ya que esto aumentaría el riesgo de intoxicación.
- Si la consistencia del alimento es diferente o presenta más líquido de lo habitual, es recomendable descartarlo de inmediato.
- Por último, si el yogurt huele diferente y su sabor es distinto, por ejemplo, más agrio o ácido, tampoco se debe consumir.