En febrero pasado entró en vigencia la primera etapa de la regulación para los plásticos de un solo uso, la cual busca disminuir la generación de estos residuos, siendo uno de los aspectos más controversiales en materia medioambiental.
Actualmente, en Chile, se utilizan más de 55 mil toneladas anuales de PET virgen para la fabricación de envases, cuyo reciclaje sólo alcanza el 15% según datos de ASIPLA.
En este escenario, surge la propuesta medioambiental de economía circular de la gestora medioambiental y directora general de MORE CHILE, Gisselle Bracamonte, con una iniciativa enfocada en el rubro minero que propone la recuperación total de las botellas de plásticos presentes en faenas mineras y otras industrias con la finalidad de reciclarlos, convertirlos en resina de PET y fabricar nuevos envases.
Al respecto, Bracamonte indicó que la actual legislación establece claramente que ocurrirá con los artículos derivados del plástico como cubiertos, revolvedores, bombillas de plástico, además de cualquier elemento de plumavit, prohibiendo a los comercios entregarlos, pese a esto aún existen barreras para gestionar efectivamente estos residuos.
“Sin duda, la Ley REP impactará positivamente la industria, impulsando soluciones y nuevos modelos de negocios, basados en economía circular. Sin embargo, el reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) no distingue entre las plantas de valorización, rellenos sanitarios y vertederos, dejándolos en la misma categoría de evaluación ambiental, ya sea el caso de ser residuos municipales o industriales”, explica la gestora medioambiental.
En este sentido, recalca la fundadora de MORE GREEN RECYCLE que existe una imperiosa necesidad de modificar el Decreto 40 para así actualizar la normativa y establecer criterios de consideración específicos para instalaciones de valorización de residuos. De este modo, existirá un efecto aún más potente en la disminución del impacto ambiental por parte de los productores.
“La normativa debería priorizar los proyectos de economía circular, permitiendo la incorporación de negocios innovadores de gran escala, con foco en el cumplimiento de la ley y la creación de economías de triple impacto, que permitan el beneficio social, crecimiento económico y creación de conciencia medioambiental”, puntualiza.
Actualmente, el Pet(1) es utilizado por el 99,9% de los productores de líquidos, debido a que es económico y liviano, además esta resina es altamente reciclable. Sin embargo, Bracamonte recalca que el desafío se encuentra en cómo alcanzamos el 100% de su circularidad, junto con establecer una hoja de ruta clara y transversal para crear un criterio común en torno al reciclaje.
“Hemos visto y celebrado, la aparición de envases 100% compostable, biodegradable, entre otros, los cuales más que ayudar entorpece el correcto proceso de reciclaje al incurrir en más gastos, debido a su alto costo y complejo proceso de compostabilidad que se realiza en base condiciones de temperaturas y humedad específicas, donde Chile no posee una industria que se dedique a esto. Finalmente, esto radica en que lo mejor termina siendo enemigo de lo bueno”, manifestó.
Por lo anterior, estas botellas terminan en las valorizadoras, incrementando el gasto por selección y descarte, donde finalmente se transforman en basura.
“Esto, sin duda, nos revela que el plástico no es el problema, sino más bien es un excelente material con pésimo uso, donde su proceso de circulación y reciclaje debe ser potenciado”, aclara Bracamonte.
Finalmente, la especialista en economía circular explica que su programa MORE GREEN RECYCLE, provee a tres faenas mineras del país, logrando gestionar un eficaz sistema de triple impacto ambiental, económico y comunitario.
En este sentido, ya están avanzando para generar alianzas con 10 compañías mineras más de la macrozona norte, y así dar inicio a una segunda fase que implicará la construcción de una planta de reciclaje en la zona, y una fábrica de productos derivados de PET(1), principalmente de construcción, un modelo triple impacto, económico, social y medioambiental, que deriva en creación de nuevos empleos y trabajo con comunidades locales, entre otros beneficios.