Tal como lo dice el título, un estudio realizado por científicos austríacos ha comprobado que varias sustancias tóxicas derivadas del desgaste de los neúmaticos de los autos vuelan por el aire y terminan siendo absorbidas por las lechugas y distintas hortalizas. 

Estos investigadores tienen vasta experiencia en el tema, pues han dedicado su carrera profesional al estudio del impacto que genera en la población los microplásticos, partículas que por lo general terminan tanto en el mar como en la tierra (y cultivos). "Los neumáticos de los coches son una fuente importante de microplásticos que contaminan el medioambiente", confirma Thilo Hoffman, catedrático de Geociencia Medioambiental de la Universidad de Viena, en el informe que fue publicado en "Evironmental Science & Technology".

El documento, disponible en American Chemical Society indica que "cerca de un kilogramo de partículas de neumáticos por habitante y año es arrastrado al medioambiente por el viento y vertido en ríos y aguas residuales por la lluvia". Pues, por esta razón, también suelen llegar a tierra fértil y "lodos de depuradora" que se usan en la agricultura, como abono. 

Para comprobar la teoría, los científicos analizaron cinco sustancias químicas, algunas "muy tóxicas", para ver, finalmente, como los adivitos producto del desgaste de los neumáticos, son absorbidos por las lechugas y otras plantas.

"Nuestras mediciones mostraron que las plantas de lechuga captaron a través de las raíces todos los compuestos que investigamos, los transifireron a las hojas y los acumularon ahí", explica Anya Sherman, parte del equipo de Thilo Hoffman.

Una de las sustancias encontradas en las hojas de estas hortalizas está, por ejemplo, el producto químico "6PPD chinone". Según 20minutos, esta sustancia está relacionada con una "mortandad masiva de salmones en Estados Unidos y es 'manifiestamente tóxico". 

 

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