El potencial de la inteligencia artificial (IA) tiene a la gente súper confundida, sobre todo al intentar descifrar si una imagen es real o fue generada por esta tecnología; un problema que llegó hasta un concurso de fotografía.

Se hizo tan común el uso de la IA para crear fotos, que ahora hasta a los mismos jueces les costó identificarlo, tan así, que descalificaron una fotografía real, capturada por una persona de carne y hueso, al pensar que fue realizada con estas herramientas, tipo Midjourney o Stable Diffusion.

Lo más curioso es que esta foto fue tomada con un iPhone y quien apretó el botón de capturar fue Suzi Dougherty, una madre orgullosa de la belleza de su hijo, ya que al verlo posar al lado de dos elegantes maniquíes en una exposición de Gucci, no dudó en fotografiarlo. 

Para ella, el resultado fue asombroso. Así que se motivó y mandó la imagen a un curso de fotografía realizado por Charing Cross Photo, una tienda en Sydney Australia. Sin embargo, luego llegó lo peor: los jueces de la actividad indicaron que no era una foto elegible porque creían que era realizada por una IA.

Suzi Dougherty se defendió, tal como dice The Guardian, indicando que "ni siquiera sabría cómo hacer una foto con IA, pues apenas estoy entendiendo a ChatGPT".

Por otro lado, la tienda organizadora del evento explicó en Instagram los motivos de la descalificación, argumentando lo siguiente:

"Los jueces estaban primero intrigados pero luego se asentaron las sospechas. Queremos que las imágenes provengan de tu experencia de la vida real y no del ciberespacio. No hay forma de que podamos estar completamente seguros de que la imagen enviada fue hecha por IA, pero realmente no puedes ignorar los instintos viscerales de cuatro jueces".

Iaian Anderson, propietario de Charing Cross Photo, explicó a The Guardian que los jueces observaros los metadaos de la imagen, pero no pudieron determinar si la imagen fue generada por una IA o no. Es decir, siempre tuvieron con la duda, pero aún así decidieron descalifiarlas, incluso, no estando seguros.

"Cuando apareció esta imagen, a todos nos encantó, luego dije ‘Espera, se ve un poco AI-ish’, luego todos comenzamos a hablar sobre eso y salió bien, no podemos saber con certeza si es o es, pero sobre la base de que sospechamos no podemos permitirlo. Nos dio la oportunidad de reforzar que se trata de tomar la imagen uno mismo, de estar presente en el entorno", comentó. 

Luego de todo este problema, Charing Cross Photo conversó con la autora de la fotografía y confirmaron que, efectivamente, había sido tomada por ella, así que le ofrecieron una disculpa. De toda formas, tampoco pudo participar del concurso porque ya había acabado. 

 
 

 

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