Un grupo de doctores del hospital St. Louis en Estados Unidos han desarrollado un implante cerebral para tratar la depresión, lo que también se conoce como una interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés) que a través de impulsos eléctricos pretende aliviar esta condición.
Este innovador invento fue realizado por la startup de neurotecnología Inner Cosmos Inc. con sede en Scotts Valley. "Hemos construido el implante coclear para el mercado mucho más grande de la depresión, que luego también tratará otros trastornos cognitivos", comentó el CEO de la compañía Meron Gribetz, en la presentación oficial del producto.
Se trata de unas "píldoras digitales" del porte de unas monedas que se insertan en la parte superior del cráneo, sin la necesidad de hacer cortes tan invasivos en la cabeza de usuario. De acuerdo a la startup, solo es necesario cortar una capa delgada de apenas unos milímetros para su instalación.
Este implante enviará pequeñas corrientes eléctricas a la región del cerebro afectada por la depresión, es decir, la corteza prefrontal dorsolateral izquierda, una vez al día por 15 minutos, con el fin de aliviar la condición en los pacientes depresivos. Además, este implante estará conectado a una aplicación que, con gráficos, muestra el estado de ánimo de la persona para ir viendo su evolución.
Para comprobar su eficacia, Inner Cosmos Inc. obtuvo la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para realizar pruebas en humanos, la que ya está siendo realizada en un paciente de San Luis, Misuri, y durará todo un año.
De acuerdo a El Tiempo nunca antes se habían utilizado implantes directamente en el cráneo para tratar la depresión y esto "podría presagiar una nueva era de la ciencia, más aún relacionada con los problemas de salud metal con hardware en lugar de métodos más tradicionales".