Un hombre francés tardó ocho largos años en terminar una réplica de la Torre Eiffel de 7 metros con más de 700 mil fósforos, con el sueño de entrar en el libro de los Récord Guinness. Sin embargo, a pesar de que logró completar la escultura, ésta fue ignorada por la organización debido a no cumplir una de las reglas.
Esta es la historia de Richard Plaud, quien alegó a The Times que los jurados ni siquiera examinaron a fondo la solicitud. "Es decepcionante, frustrante, incomprensible y no muy limpio", destacó.
Lo que le pasó es que el hombre utilizó fósforos que no se pueden comercializar, lo que para el Guinness World Record significa que no entra en la categoría de cerillas. De todas maneras, Plaud cuenta que empezó a usar fósforos tradicionales, pero como en las reglas decía que éstos debían estar sin su punta roja inflamable, decidió hacer otra cosa para agilizar el trabajo.
El autor de la obra contó que al principio él mismo le quitaba la punta roja inflamable a las cerillas una por una, hasta que se hartó y contactó a la empresa fabricante para que le entregara varillas de madera en cajas de 15kg, dejando de ser fósforos convencionales.
Lamentablemente, Richard Pauld no sabía que esto lo terminaría por descalificar de los Récord Guinness, a pesar de que en las normas decía que la madera tampoco debía "deformarse hasta el punto de ser irreconocible".
La página 20minutos recoge que el francés no se da por vencido y tratará de que su creación sea reconocida de alguna forma, así que está buscando tener algún espacio en los Juegos Olímpicos de París, que se realizarán entre los días 26 de julio y 11 de agosto.