Tras algunas semanas de observación, estudio e investigación, el Instituto Hospitalario Universitario de Marsella logró identificar una nueva variante de Covid-19.
Se trata de la B.1.640.2, de la que se conoce bastante poco debido al limitado número de casos detectados. Fue bautizada como “IHU” y los primeros contagios se habrían detectado en la República del Congo el pasado mes de septiembre.
IHU contaría con un total de 46 mutaciones, 14 más que la variante ómicron y 37 pérdidas de material genético.
El estudio publicado el mes pasado, que estaba hasta ahora pendiente de validación por sus pares, asegura que el paciente que trajo consigo el IHU tiene su esquema completo de vacunas y regresó de un viaje a Camerún. Al llegar a Francia, comenzó a tener síntomas respiratorios leves, dando positivo por Covid-19.
Un elemento peculiar de la variante es que una de sus mutaciones se asocia al posible aumento de la transmisión del virus.
En tanto, la OMS dijo que IHU no se ha convertido en una gran amenaza desde que fue identificada. “Ha estado en nuestro radar desde algún tiempo”, indicó Abdi Mahamud, epidemiólogo de la OMS.
A través de un hilo de Twitter, el epidemiólogo de Harvard y miembro de la Federación de Científicos Estadounidenses Eric Feigl-Ding aseguró que “hay muchas nuevas variantes descubiertas todo el tiempo, pero eso no significa necesariamente que serán más peligrosas”.
Hasta la publicación de esta nota la OMS no se había pronunciado respecto al hallazgo de IHU ni tampoco la había etiquetado como una variante bajo investigación.