Los misterios del espacio exterior siguen sin ser resuletos y cada vez cobra más importancia, sobre todo ahora, que un ex oficial de combate de Estados Unidos afirma que el gobierno tiene posesión de tecnología alienígena.
Esta información fue compartida esta semana por los periodistas Ralph Blumenthal y Leslie Kean de The New York Times, quienes, en su momento, publicaron datos sobre una organización gubernamental encubierta llamada Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas, así que tienen experiencia cubriendo estos temas.
Ahora, utilizando como vitrina el medio The Debrief, indicaron que David Charles Grush, ha dejado constancia que el gobierno estadounidense está en posesión activa de tecnología alienígena "no humana".
Dicha persona es un condecorado exoficial de combate en Afganistán y veterano de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) y la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO, por sus siglas en inglés). Sirvió como representante de la oficina de reconocimiento en la Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP) desde 2019 hasta 2021. Desde finales de 2021 hasta julio de 2022, fue el copresidente de análisis de UAP de la NGA y su representante ante la fuerza de tarea.
Según detallan los periodistas, Grush se comunicó con el Congreso y el Inspector General de la Comunidad de Inteligencia para hablar sobre la existencia de "programas profundamente encubiertos" que están en posesión activa de naves espaciales "no humanas":
"No estamos hablando de orígenes o identidades prosaicas (...) El material incluye vehículos intactos y parcialmente intactos", dijo. Además, añadió que la información ha sido retenida ilegalmente del Congreso y presentó una denuncia alegando que sufrió represalias ilegales por sus revelaciones confidenciales, informadas por primera vez en The Drebrief.
Por su parte, Christopher Mellon, quien pasó casi veinte años en la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos y se desempeñó como Subsecretario Adjunto de Defensa para Inteligencia, ha trabajado con el Congreso durante años en relación a los fenómenos aéreos no identificados, indicó lo siguiente:
"Varios funcionarios actuales y antiguos bien ubicados me han compartido información detallada sobre este supuesto programa, incluyendo conocimientos sobre la historia, documentos normativos y la ubicación donde supuestamente se abandonó y recuperó una nave".
"Sin embargo, es un asunto delicado llevar esta información potencialmente explosiva a las manos adecuadas para su validación. Esto se dificulta por el hecho de que, justa o injustamente, varios posibles fuentes no confían en el liderazgo de la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios establecida por el Congreso", finalizó.
