No es novedad que el buen consumo de frutas y verduras, es clave para llevar una vida saludable, aportando una serie de vitaminas y minerales a nuestro organismo. Una reciente investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, sumaron un motivo más para seguir consumiendo este regalo de la naturaleza.
Pues, se evidenció que el compuesto farnesol, presente naturalmente en hierbas, bayas y frutas, podría prevenir y revertir el daño cerebral relacionado con la enfermedad de Parkinson.
¿Cómo fue posible?
El estudio publicado en la revista Science Translational Medicine, fue realizado en ratones y se llegó a la conclusión que el compuesto farnesol, utilizado para la elaboración de aromas y perfumes, tiene la capacidad de bloquear la proteína PARIS, clave en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, previniendo la pérdida de neuronas que producen dopamina.
La pérdida de estas neuronas afecta el movimiento y la cognición, lo que provoca síntomas característicos de la enfermedad de Parkinson, como temblores, rigidez muscular, confusión y demencia.
Para estudiar si el farnesol podría proteger el cerebro de los efectos de la acumulación de PARIS, se alimentaron ratones con una dieta suplementada con el compuesto y otros con una dieta regular para ratones durante una semana.
Finalmente, descubrieron que que los ratones alimentados con la dieta de farnesol se desempeñaron 100% mejor en una prueba de fuerza y coordinación diseñada para detectar el avance de los síntomas de la enfermedad.
¿Dónde encontramos farnesol?
Si bien el compuesto se produce de forma natural en algunas frutas y bayas, existen versiones sintéticas en el comercio, las que aún no están claras en sus cantidades diarias para las personas.
Los investigadores advierten que aún no se determinaron las dosis seguras de farnesol para humanos y que solo los ensayos clínicos cuidadosamente controlados pueden hacerlo.