El Sol está cerca de experimentar un gran cambio que podría tener consecuencias negativas en la Tierra. Los polos magnéticos del Sol están a punto de invertirse, en es decir, el norte se convertirá en el sur y viceversa.

Para entender este problema, es importante recordar que, según la NASA, el Sol no es solo una esfera de luz en el espacio exterior, sino más bien es una bola de gas caliente cargada con electricidad, por lo que en su núcleo hay actividad nuclear.

Por lo anterior, el gran astro cuenta con un campo magnético, al igual que la Tierra. Este campo magnético está compuesto por dos polos: el positivo y el negativo. Sin embargo, durante este 2024 o principios del 2025, estos se invertirán. 

Según explica Univision, no es algo nuevo, sino que corresponde a algo natural del ciclo solar, que ocurre cada 11 años aproximadamente. La última vez que pasó fue en 2013 y la NASA lo ha investigado de hace años. Es decir, cuando los polos magnéticos del Sol están a punto de invertirse, se traduce en que el ciclo solar está en su punto máximo, y que, posterior al cambio, regresa al mínimo.

¿Cómo afecta el ciclo solar a la Tierra?

"El dominio de la influencia magnética del Sol (también conocido como "heliosfera") se extiende miles de millones de kilómetros más allá de Plutón. Los cambios en la polaridad del campo se propagan hasta las sondas Voyagar, a las puertas del espacio interestelar", explicó la NASA en 2013.

Esto quiere decir que la inversión de los polos magnéticos del Sol no solo afectan a la Tierra, sino que a todo el espacio exterior, porque es justamente cuando hay mayor actividad; lo que genera manchas solares, erupciones gigantes y eyecciones de masa coronal, que lanzan grandes ráfagas de energía y materia al espacio.

La Tierra puede verse afectada, entonces, por las tormentas solares, que son un fenómeno cósmico que ocurre cuando el Sol libera grandes cantidades de partículas cargadas y radiación electromagnética hacia el espacio, que también son conocidas como eyecciones de masa coronal. 

Estas eyecciones de masa coronal, pueden impactar a la Tierra, generando perturbaciones en la magnetosfera y provocando fenómenos como auroras boreales. Este fenómeno también puede dañar y distorsionar el campo magnético, interferir en los sistemas de comunicación, dañar los satélites y la electricidad de nuestro planeta. 

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