Bajan un poco las temperaturas y los dueños de perros tienen la noble idea de ponerles ropita para abrigarlos y así apaciguar el frío que ellos mismos sienten. Sin embargo, a pesar de ser una práctica bien intencionada, hay canes que en realidad no lo necesitan. 

Con la afirmación anterior, claramente surgen dudas. Entonces... ¿Puedo o no ponerle ropa a mi perro? No hay una única respuesta, porque, al igual que nosotros, no todas las razas de estos animales sienten frío de la misma manera. Cada uno es un mundo distinto y abrigarlo dependerá de su raza y la capacidad que tengan para regular las temperaturas. 

"Los perros pelaje grueso y de doble capa, como los siberianos, akitas o boyeros, entre diversas razas que vienen del hemisferio norte, están mejor preparados para soportar climas más fríos que los perros de vello muy fino y corto, como galgos y perros desprovistos de pelo", indicó a La Tercera, Viviana Valenzuela, directoria de la Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet).

A eso se le suma la opinión del veterinario Diego Pincheria, quien explicó que "todas las razas resisten bien hasta los 7°C, aproximadamente" pero que, de todas formas, hay excepciones. Por su parte, la también veterinaria y etóloga, Alejandra Santalices, dijo que en situaciones como salir de paseo, no es necesario que se abriguen, porque su temperatura corporal naturalmente se elevará, además, la ropa podría ser incómoda para estos animalitos. 

Entonces, los expertos concluyen que lo ideal es abrigarlos cuando hayan señales verdaderas de frío, es decir, tiritones corporales o si el perro se acuesta más enrolladito de lo normal, intentando esconder sus patas, colas y orejas. Esto le podría ocurrir, en mayor medida, a perros mestizos con poco pelo y bajos en grasa, como galgos, lereles o chihuahas. 

 

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