En Encélado, una de las lunas de Saturno, existe un inmenso océano que está bajo su helada corteza. Este lugar ha sido explorado por mucho tiempo hasta que, finalmente, los científicos descubrieron que es rico en fósforo, un elemento esencial para la vida.

Así lo publicó este miércoles 14 de junio la revista Nature, pues la detección de fosfatos (compuestos que contienen fósforo) es un gran avance en la investigación de los mundos océanicos helados. 

El equipo de investigación, liderado por Frank Postberg del Instituto de Ciencias Geológicas de la Universidad de Berlín, analizó granos de hielo expulsados durante las erupciones frecuentes en las que el agua del interior de la luna se proyecta al espacio, revelando la presencia de fosfatos de sodio.

Estos datos fueron recopilados por el analizador de polvo cósmico de la sonda Cassini, una nave espacial de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) que estuvo estudiando Saturno y sus múltiples lunas durante 13 años.

Gracias a esa información concluyeron que en Encélado hay altas concentraciones de fósforo en Encélado. Además, el equipo pudo determinar los componentes principales de los océanos de Encélado, contradiciendo los modelos anteriores que sugerían una escasez de fosfato en esta luna y otros mundos oceánicos congelados.

Este estudio no solo detectó fósforo en forma de iones de ortofosfato, sino que también sugiere, junto con datos de laboratorio, que el fósforo está "ampliamente disponible en el océano de Encélado" con concentraciones al menos "100 veces mayores" que en los océanos de la Tierra, según los autores.

Por otro lado, los modelos basados en estos resultados indican que niveles elevados de fosfato podrían observarse de manera más generalizada en otros mundos oceánicos con parámetros ambientales similares como Europa, una de las lunas de Júpiter.

Los experimentos geoquímicos y los modelos demuestran que estas concentraciones elevadas de fósforo podrían alcanzarse en Encélado y posiblemente en otros mundos oceánicos congelados, ya sea en el frío lecho marino o en entornos hidrotermales con temperaturas moderadas.

El análisis de los granos de hielo ricos en sal permitió inferir las principales sustancias disueltas en el agua oceánica, como sodio, potasio, cloruro y bicarbonato.

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