El sábado 4 de septiembre, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de la Lista Roja, donde se clasifican a las especies de plantas y animales que actualmente encuentran bajo amenaza la preservación de su especie.
Según la reciente revisión, existen miles de especies que se ven afectadas por la creciente emergencia climática global que está afectando a muchos lugares del mundo con olas de calor, inundaciones o lluvias, mientras que en otros casos es la intervención humana en los hábitat la que está llevando a algunos animales a la desaparición.
Este es el caso del mencionado dragón de Komodo, que en su mayoría habitan en el Parque Nacional de Komodo en Indonesia y la isla de las Flores. El hecho de que se encuentren en un territorio tan reducido provoca que cualquier cambio en su ecosistema pueda ponerlos en serio peligro y justamente esta parece ser la razón de que el reptil más grande del mundo esté actualmente en peligro de extinción.
A pesar de los cuidados especiales que se tienen en el área natural protegida, el calentamiento global está generando alzas en las temperaturas de su hábitat además de subir la altura de las mareas, lo que está amenazando a los 1.400 ejemplares restantes, que están divididos en ocho poblaciones diferentes, siendo la más grande de unos 500 individuos.
La UICN espera que el avance del mar ocupará cerca del 30% del terreno disponible para los dragones en los próximos 45 años, aunque sacarlos de la zona protegida podría exponerlos ante la actividad humana irresponsable.
El dragón de Komodo no es el único
Tras la actualización de la Lista Roja publicada por la UICN se reportan un total de 138.374 especies amenazadas, de las que 38.543 están actualmente en peligro de extinción. Algunos casos preocupantes son los tiburones y mantarrayas, ya que cerca del 37% de sus especies se encuentran como mínimo en la clasificación de amenazadas.
No todas son malas noticias
La revisión de la Lista roja arrojó que siete especies de atún mostraron signos de mejoría en la preservación de su especie, algo que en gran medida se debe a las limitaciones de pesca que los diferentes gobiernos involucrados han impuesto.
De esta forma, el atún rojo del Atlántico, atún rojo del sur, atún blanco y el de aleta amarilla bajaron un escalón en la escala de peligro, quedando la gran mayoría en la clasificación de Preocupación Menor con excepción del rojo del sur, que está en Peligro.