¿Sientes que te desconectas del mundo cuando vas al cine y te concentras solamente en disfrutar de la película? No eres el o la única que lo siente, al contrario, la ciencia dice que efectivamente ver películas relaja la actividad cerebral.
Un estudio realizado por neurocientíficos de distintas universidades Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, Oxford, Buenos Aires y Aarhus, publicado en la revista "Science Advances", analizó el comportamiento de nuestro cerebro al ver largometrajes, indicando que al mirar películas "se transforma la forma en que sentimos y pensamos respecto a otras situaciones de la vida cotidiana".
Para hacer la investigación, los expertos utilizaron datos de neuroimagen de alta resolución a gran escala de 176 personas, mientras veían algunas escenas de títulos como "Inception", "The Social Network", "Ocean's Eleven", "Home Alone", "Erin Brockovich" y "The Empire Strikes Back", con el fin de entender cómo se reorganizaba jerárquicamente el cerebro de esta gente al ver las películas.
Como resultado de análisis, los investigadores han concluído que "se necesita menos capacidad de cálculo cerebral cuando se miran películas que en estado de respuesta o haciendo otras tareas y han construido modelos completos de la actividad cerebral provocados por la observación de películas, en estado de reposo y haciendo otras tareas", según indicó Forbes.
Así se demuestra que la "jerarquía cerebral" es más plena cuando se observan películas que cuando se descansa o se hacen otras cosas, lo que se traduce en que se necesita menos capacidad de cálculo cerebral mirando películas que haciendo otras labores (como trabajar, por ejemplo). De acuerdo al estudio, el cerebro se ve "menos impulsado" por su dinámica interna cuando ven filmes.
En resumen, la investigación prueba que mientras disfrutamos de una película o de una tarde de cine, "nos iberamos momentáneamente de la experiencia que supone el estrés del trabajo o la resolución de problemas y el cerebro se limita a absorber la narrativa del filme". Esto va relacionado con la activación de circuitos cerebrales necesarios para generar ese placer que supone nos da ver películas o series.
