Finalmente, luego de 25 años, el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) ha terminado el desarrollo de la primera red de telescopios robóticos con estaciones en los cinco continentes del planeta, llamado BOOTES.
BOOTES es el acrónimo en inglés de "Observatorio de estallidos y Sistema de exploración de fuentes esporádicas ópticas" y cuenta con instalaciones en España (dos estaciones), Nueva Zelanda, China, México, Sudáfrica y Chile, la que corresponde, ahora, a la red más completa de su clase. Europa Press la describe como "un recurso único y totalmente automatizado para combatir datos de instrumentos de todo el mundo, vigilar el cielo y apoyar las observaciones de misiones y satélites".
"BOOTES es el resultado de casi veinticinco años de esfuerzo continuado, desde que en 1998 instalamos la primera estación en el INTA (Arenosillo, Huelva), institución que apoyó inicialmente el proyecto. El despliegue completo supone un hito científico ya que se trata de la primera red robótica con presencia en todos los continentes", indicó en un comunicado Alberto J. Castro-Tirado, investigador del IAA-CSIC que dirige el proyecto desde su creación hace más de dos décadas.
Esta red, además de ser gestionada por el Instituto de Astrofísica de Andalucía, es dirigida por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e, incluso, la Universidad de Málaga tiene una fuerte implicación. También colaboran otras entidades españolas como el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y la Universidad de Huelva, como también universidades internacionales.
El motivo principal de BOOTES es observar rápido y de forma independiente las fuentes transitorias, que son objetos astrofísicos que no presentan una emisión permanente en el tiempo, sino que emiten luz de forma breve, intensa y repentina, según reseña Europa Press.
También será un aporte en el estudio de los estallidos de rayos gamma, uno de los eventos más energéticos del universo que asocian con la muerte masiva de estrellas, lo que suele identificarse con satélites. Una vez los satélites informen de estos estalllidos, los telescopios de BOOTES entran en acción para su análisis en detalle.
De igual forma, vigilará el cielo para hacer seguimiento de "basura espacial" como de objetos potencialmente peligrosos que puedan ser una amenaza para la Tierra, igualmente monitoreará fuentes emisoras de neutrinos, ondas gravitacionales, cometas, asteroides, estrellas variables y supernovas.