Con el paso de los años, los teléfonos celulares se vuelven cada vez más útiles e indispensables en la vida de cualquier persona, algo que hace dos décadas era totalmente impensado, ya que solo algunos pocos podían permitírselo. 

Ahora los smartphones cuestan una fortuna y mientras más tecnología tenga, más alto es su valor. Sin embargo, a pesar de que son extremadamente más avanzados que los primeros teléfonos celulares, estos siguen siendo solicitados por nostálgicos de todo el mundo.

Por ejemplo, el teléfono Nokia 3310, que más de algún chileno lució en la década del 2000, en el que se podía jugar al juego "de la serpiente", enviar sms con palabras abreviadas y realizar llamadas teléfonicas, se vende por más de 200 libras esterlinas en todo Reino Unido, alrededor de 240 mil pesos chilenos.

No obstante, el portal especializado en tecnología y videojuegos, 3D Juegos, menciona que el primer teléfono móvil portátil, el Motorola DynaTAC 8000X, el año pasado se consiguió vender por cerca de 2 mil euros, más de 2 millones de pesos chilenos. Así que rebusca en tus cachureos o presta atención por si lo pillas en la feria.

El primer iPhone, otro de los teléfonos que cuestan una fortuna

La casa de subastas LCG Auctions en Estados Unidos, subastó un iPhone original con 4GB de espacio para almacenamiento por 190,372 dólares, que en pesos chilenos se traduce en la absurda cifra de 183 millones.

Este iPhone de 4GB fue el primer teléfono inteligente lanzado por Apple, en 2007, lo que marcó un antes y después en la tecnología. En ese momento, la compañía del difunto Steve Jobs, presentó dos versiones, la de 4GB y otra de 8GB.

Sin embargo, con el paso del tiempo, se dieron cuenta que el más popular era el que tenía más capacidad de almacenamiento, así que descontinuaron el primero y decidieron lanzar otra versión, con 16GB.

Por esta razón, no existieron muchos modelos con 4GB de memoria, por lo que este Apple subastado causó furor. Además, otra cosa mucho más increíble: el iPhone estaba nuevecito de paquete, es decir, su caja nunca fue abierta y conservaba hasta el sello de fábrica. 

 

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