Astrónomos de todas partes del mundo han descubierto varios agujeros negros durante su carrera pero nunca uno tan grande como el que detectaron ahora, gracias a una nueva técnica que, esperan, permitirá saber más sobre estos fenómenos que no permiten la emisión de luz por su enorme campo gravitatorio.
Este agujero negro tiene más de 30.000 millones de veces la masa del Sol, algo que los científicos no habían visto nunca. El hallazgo fue publicado en Royal Astronomical Society y es el primero que descubren gracias a la moderna técnica de detección por lente gravitacional.
Esta técnica permite a los astrónomos "descrubir agujeros negros en 99% de las galaxias que actualmente son inaccesibles a la observación tradicional porque están demasiado distantes", indicó a AFP James Nightingale, astrónomo de la Universidad de Durham y principal autor del estudio.
Por lo general, cuesta que captar agujeros negros lejanos porque al ser tan denso, ni la luz escapa de él, entonces se hace invisible. En esta ocasión, tuvieron "mucha suerte", pues pudieron observar la luz de una galaxia cuya trayectoria se desviaba a unos 2 millones de años luz, confirmando la presencia de un cuerpo con gravedad "gigantesca e invisible entre la galaxia y la Tierra": el agujero negro.
Este descubrimiento, en tanto, abre nuevas oportunidades para seguir explorando el universo y la composición de los agujeros negros.