Desde hace varias décadas que los científicos vienen investigando de manera desconcertante los cambios que ha sufrido el eje de rotación de la Tierra. Y es que lo que antes era un desplazamiento suave hacia el sur, alejándose del Polo Norte geográfico y hacia Canadá, ha tomado un giro inesperado al dirigirse hacia el este.

¿La razón? Los investigadores han descubierto que este fenómeno sorprendente está relacionado con las actividades humanas, específicamente con la extracción excesiva de agua subterránea.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional de Seúl reveló una fuerte conexión entre la extracción de agua subterránea y el cambio en el eje de la Tierra. 

Cuando el agua se extrae del subsuelo sin ser reemplazada en la misma medida, se produce inevitablemente un hundimiento de la tierra, lo que no solo daña a las viviendas e infraestructuras, sino que también reduce la capacidad del subsuelo para retener agua en el futuro.

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¿Qué dice el estudio sobre los cambios en el eje de la Tierra?

Ki-Weon Seo, geofísico de la Universidad Nacional de Seúl, explicó que la investigación logró demostrar una fuerte correlación entre la extracción de agua subterránea y el desplazamiento del eje de la Tierra.

Pero la investigación es aún más impactante, porque -según Seo- ha sido "gran sorpresa" descubrir la tremenda relevancia que estos factores humanos en la dinámica de nuestro planeta.

Desde el espacio las observaciones precisas del movimiento polar son fundamentales para comprender y predecir cómo podría evolucionar el eje de rotación de la Tierra en el futuro.

Ahora cabe precisar que si bien el cambio en el eje de la Tierra no afecta directamente las estaciones o la vida cotidiana de las personas, la extracción de aguas subterráneas si tiene impacto y consecuencias directas en los sistemas de navegación basados en satélites que son vitales para guiar aviones, misiles y aplicaciones de mapas, y dependen de la precisión del giro de nuestro planeta.

Por lo mismo es importante destacar que las acciones del ser humano pueden traer efectos inesperados y significativos en el mundo que habitamos.