¿Habías escuchado alguna vez la enfermedad "tifus de matorrales"? Si ese no es el caso, presta atención porque ha provocado una alerta epidemiológica en los centros de salud de la región de Los Lagos, puesto que se ha expandido rápidamente en el sur de nuestro país. Lo que tiene en alerta a toda la población y la autoridades de salud. 

El "tifus de matorrales" es una enfermedad transmitida por los ácaros que provienen del parásito orientia tsutsugamushi, según el manual médico MSD. Según indicó la seremi de Salud Los Lagos, Karin Solís, son una docena los casos confirmados de esta infección en lo que va del año.

Tiene un periodo de incubación de entre 6 y 21 días (aunque la media es entre 10 y 12) luego de haber estado expuesto al ácaro infectado. Entre los síntomas destaca la fiebre, escalofríos, cefalea y adenopatías generalizadas, como también lesiones cutáneas similares a una picadura. 

En la primera semana de infección, la temperatura corporal puede variar entre los 40° y 40,5° grados Celcius"La cefalea es frecuente y grave, así como también la inyección conjuntival" indica la enciplopedia. La inyección conjuntival significa tener los ojos rojos producto de la dilatación que sufren los vasos sanguínos de los ojos. 

Con respecto a las lesiones cutáneas, el manual explica que "comienza como una lesión eritematosa indurada de alrededor de 1 cm de diámetro que finalmente se convierte en una vesícula, se rompe y se cubre con una costra de color negro". 

Una investigación de la Universidad Católica de Chile (2018) indica que el contagio de "tifus de matorrales" sucede, por lo general, en zonas rurales. El ácaro orientia tsutsugamushi que produdce la infección- es parte de un parásito externo de roedores silvestres, pero eso no significa que el contacto con ratones sea la única forma de contraer la enfermedad.

"Para infectarse no es necesario tener contacto con el roedor, pues el ácaro infectado se encuentra en la vegetación, desde donde toma contacto con las personas. Además, la picadura no es dolorosa así que la persona no se da cuenta que ha sido inoculado”, explica en el estudio la doctora Katia Abarca, académica de la División de Pediatría UC.

Para prevenir la picadura de este ácaro, el manual médico MSD sugiere la utilización de repelentes de insectos en los lugares que podrían estar infectados, como también el uso de ropa acorde y guantes que eviten el contacto de la piel con elementos posiblemente contaminados.

Por su parte, la autoridad de Salud en la región de Los Lagos, Karin Solís, indicó que "es importante que cuando se presente esta sintomatología asociada a actividades o trabajo al aire libre y en zonas rurales, las personas deben acudir de inmediato al centro de salud más cercano e informar al médico que podría estar ante la sospecha de un caso de tifus de los matorrales".

 

 

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