“¿Esto es realmente así? ¿Tanto nos equivocamos con las firmas?”. Durante toda la tarde del jueves 27 de abril, el ex ministro y líder de Ciudadanos, Andrés Velasco, repitió estas preguntas, casi como un mantra, a sus principales colaboradores. El ex candidato presidencial se enteró ese día por el diario La Segunda que el Servicio Electoral (Servel) había resuelto disolver su partido por no cumplir con el requisito de recolectar 18.500 afiliados a nivel nacional. ¿La principal consecuencia? El conglomerado que fundó el otrora hombre fuerte del primer gobierno de Bachelet no podrá presentar candidatos al Parlamento.

Fue un duro golpe para todos en el partido, donde muchos quedaron en estado de shock. Pero, según describen sus cercanos, Velasco -aspirante a senador en la región del Maule- nunca se mostró afectado. Incrédulo, escéptico del rol del organismo electoral, sí; pero también seguro de que se la decisión puede ser revertida.

Ese mismo 27 de abril el revuelo fue tal en el seno de Ciudadanos, que llegaron unas 50 personas a la sede del colectivo. La misión era clara: realizar un conteo interno de las adherencias presentadas al Servel, una por una. “Estábamos consternados, era extraño este rechazo tan amplio de firmas. Pero se generó una gran solidaridad interna. Aparecieron abogados dispuestos a ayudarnos y voluntarios para revisar militantes. Se formó un espíritu de cuerpo mucho más fortalecido”, relata a T13.cl Sebastián Sichel, coordinador político del truncado partido.

Las razones del rechazo

En Ciudadanos reclaman principalmente por dos cosas. Por un lado, sugieren que el Consejo Directivo del Servel -integrado por cinco personas que representan las distintas sensibilidades del espectro político- se habría confabulado para truncar la constitución legal de este partido; por otro, aseguran que mientras la colectividad intentaba entender las razones del rechazo, el Servicio no les aportó mayor información.

En el Servel se han preocupado de no emitir juicios, a la espera de que se pronuncie finalmente el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel). Sin embargo, cercanos a esta institución dan cuenta de los principales errores cometidos por Ciudadanos y de las razones por las cuales fue rechazado casi un cuarto del total de firmas que presentaron.

En este sentido, explican que rechazaron varias firmas de extranjeros. Los foráneos residentes en Chile pueden afiliarse a un partido político constituido, pero sus firmas no pueden ser usadas para el proceso de “extensión” de una colectividad, como era el caso de Ciudadanos.

Además, de las poco más de 7 mil firmas presentadas por Ciudadanos, el Servel rechazó casi el 25% por "doble militancia". Según fuentes que conocen el tema, la mayor parte corresponde a casos en que los firmantes ya registraban militancia previa en otra colectividad. Si bien desde el truncado partido alegaron que las fichas más recientes deben “primar”, es decir, que se anule automáticamente la filiación anterior. Sin embargo, por ley quien milita en un partido debe renunciar formalmente para que se le considere independiente y pueda formar parte de otro, independiente de que aquellos antiguos militantes que no reficharon quedan con sus derechos suspendidos.

Si bien a estas dos causales principales se suman otros como la presentación de personas que habían perdido sus derechos cívicos, desde el organismo rector de las elecciones apelan también a errores más subjetivos. El principal es que desde Ciudadanos habrían sido poco activos en consultar al Servel respecto del proceso, a diferencia, por ejemplo, de Revolución Democrática, cuyos líderes habrían estado en permanente contacto con la entidad.

Fuentes que conocen el proceso, de hecho, destacan las diferencias entre RD y Ciudadanos, ya que el partido fundado por Giorgio Jackson presentó alrededor de 43 mil firmas (10 mil más de las necesarias a nivel nacional, cuando no se constituyen en las 15 Regiones), y les fueron rechazadas unas 8 mil por doble militancia.

Poca autocrítica

El domingo, tres días después de la dura noticia para Ciudadanos, Velasco se reunió con un grupo de abogados en la casa del ex PPD y miembro del comité político del movimiento, Ricardo Escobar.  

Los presentes relatan que en esa cita no hubo análisis políticos de las consecuencias ni tampoco un debate sobre las razones; sólo se abordaron soluciones jurídicas. Según recuerdan algunos asistentes, no había tiempo ni ánimo para autocríticas, porque a su juicio era más importante buscar argumentos y alternativas para apelar al Tricel. En esa línea, incluso se tanteó la opción de acudir al Tribunal Constitucional.

Con todo y luego de un duro debate con el Servel, el equipo de abogados finalmente entregó este martes recién pasado un requerimiento al Tricel solicitando revertir la resolución. Entre sus argumentos denunciaron que el Servel fue cambiando resultados por regiones con el correr de los días, que hubo errores jurídicos y que no corresponde la sanción de caducidad, sino de realizar un procedimiento previo para rectificar las firmas.

Pero al margen de las alternativas reglamentarias y la esperanza de algunos por revertir la situación, con correr de los días comenzó entre varios dirigentes del partido a incubarse una sensación de desilusión y también de autocrítica. A la pregunta de ¿qué se hizo mal?, ahora se responde en el equipo de Ciudadanos que “varias cosas”.

“Nos faltó política”

Según comentan en Ciudadanos, Velasco ha optado por enfrentar internamente esta crisis llamando a mantener el trabajo de aquellos candidatos que -en caso que el Tricel confirme lo resuelto por el Servel- verían precozmente frustrados sus intenciones de llegar al Congreso. Para algunos, un intento por inyectar optimismo; para otros, la negación de un golpe que asoma como fulminante.

"Es un mono porfiado. Cada vez que le pasan estas cosas tiene más ganas de seguir haciendo lo que está haciendo", asegura Sichel, uno de sus más cercanos en Ciudadanos.

Sin embargo, aunque en las filas del cuestionado movimiento es transversal la idea de que el Servel fue poco prolijo en la revisión de sus fichajes, algunos admiten que se cometieron errores estratégicos y políticos.

El principal, asegura un cercano a Velasco, es haber considerado un margen bajo de firmas extra, para evitar que la tasa de rechazo los dejara fuera de carrera. En efecto, se pusieron como meta un 20% más por región, pese a que solo en Tarapacá el Servel les rechazó el 39% de las fichas entregadas. “Hubo demasiada confianza”, relatan en la tienda.

Pero además, hubo otros aspectos de carácter político que lamentan en la interna. El primero, la falta de redes del ex ministro y su entorno en el Servel. En este punto las versiones difieren frontalmente, ya que mientras cercanos al organismo aseguran que desde Ciudadanos no llamaban para aclarar dudas, en el entorno de Velasco reclaman que “no había a quién acudir” y que nunca lograron ningún tipo complicidades dentro del organismo.

A eso se suma otra autocrítica: no consiguieron alianzas con otros partidos en formación que contaban con las mismas dificultades de la nueva ley y tampoco influyeron en el proceso legislativo. “Nos faltó política, ir más al Congreso, debatir, exponer, reclamar artículos que eran injustos  e inconstitucionales”, relata un miembro del equipo.

Pero hay un argumento más profundo que los anteriores. No son pocos en el equipo los que advierten que la decisión de no haber llevado candidato presidencial restó visibilidad al partido. Ciudadanos -que hasta octubre de 2015 se llamaba “Fuerza Pública”- no ha sido parte del debate de los últimos meses y  tiene un bajo conocimiento en la opinión pública.

Luego de que Velasco -cuya imagen se vio afectada por el caso Penta- declinara postular, se barajó la opción de nominar a Sichel, ex candidato a diputado por Las Condes. Sin embargo, la opción fue primero institucionalizar al movimiento y disputar cupos en el Congreso.

Sin un candidato en las calles, tampoco fue fácil para el colectivo sacarse la estampa de "elite intelectual" o centro de pensamiento. Una imagen muy lejana a la puesta en escena ciudadana que los actuales candidatos presidenciales se esfuerzan por representar.

Incertidumbre instalada

“Nadar contra la corriente no es fácil, pero somos muchos los que sabemos que es posible. Es la forma de cuidar y contribuir a nuestro país. Saldremos fortalecidos de este episodio”, concluía una carta que Velasco envió el 29 de abril a sus militantes. El ex ministro no dio espacio para dudas: siguió con su campaña en el Maule y hasta se trasladó a terreno a los pocos días de la decisión del Servel.

En paralelo, la secretaria general de la tienda, Viviana Pérez, publicaba en su cuenta de Facebook otra arenga: “Si hay algo que creo no podemos permitirnos, es ser parte de ese grupo que renuncia a la primera, que deja de persistir y jugársela por lo que cree, porque si somos así, jamás llegaremos a ser Gobierno”.

Pero la incertidumbre ya está instalada entre varios de los precandidatos al Parlamento. Por ejemplo, el empresario Jorge Errázuriz, aspirante a senador por la V Región, paralizó gran parte de sus recorridos. Otros aspirantes en regiones han llamado a la directiva preguntando si realmente podría revertirse la decisión del Servel. Y aunque la recomendación de Velasco es seguir adelante, la incertidumbre reina hoy en Ciudadanos.

Así las cosas, este miércoles se reunió la cúpula de Ciudadanos a analizar los próximos pasos. Luego de haber entregado el requerimiento al Tricel, la gran duda es cuánto se demorará el organismo en dar una definición. Lo ideal para el partido sería que no fueran más de 15 días para esclarecer lo antes posible las candidaturas legislativas.

Si superan esa fecha, el riesgo es que, uno a uno, los aspirantes vayan declinando en seguir adelante. Otra de las opciones es conseguir que, en caso de que el Tricel rechace la solicitud, poder pelear ante el Servel la alternativa de que los candidatos compitan como independientes, al no existir jurídicamente como partido. Esto, debido a que en la actualidad, la ley antidíscolos prohíbe a los candidatos competir por otro partido que no sea el suyo.

Hasta ahora, el único que podría seguir siendo candidato por su condición de independiente es el líder de Iguales Luis Larraín, quien aspira a conseguir un cupo en el distrito 10 de Ñuñoa, y ya recibió la oferta de Amplitud para otorgarle un cupo.

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