“El domingo, la pelota va a estar en el lado de José Antonio Kast”, advierten en el comando del candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, al momento de pensar cómo van a abordar la situación del diputado ex UDI, en el caso de que el ex Mandatario pase a una eventual segunda vuelta presidencial.

El entorno de Piñera asegura que aprendió una clara lección con el senador Manuel José Ossandón (RN), quien tras salir derrotado en la primaria del bloque jamás se reunió con el ex Presidente para respaldarlo. Después de eso, la conclusión fue una sola en el comando: “No hay que acelerarse ni pedir ayudas tan personalizadas”, dice uno de los miembros del equipo más íntimo del Presidente.

Antes de planificar llamados concretos de acercamiento con el parlamentario, el 'piñerismo' pretende analizar en profundidad los resultados de los comicios del domingo. Según han evaluado, si Kast obtiene una votación cercana al 7% u 8%, el cálculo que hacen es que solo dos puntos porcentuales de ese electorado podría ser “antipiñerista”, y por tanto, se requerirá de la ayuda del parlamentario para lograr obtenerlo.

El porcentaje restante, aseguran, intentará evitar el triunfo de la centroizquierda. Por tanto, esos respaldos podrían buscarse con mensajes del propio ex Presidente en una línea similar a la expuesta por el diputado durante su campaña.

Por ejemplo, se podría reforzar el mensaje al mundo militar, afinando la propuesta incorporada en el programa de gobierno que pretende que casos antiguos que se mantienen en la justicia por violaciones a los Derechos Humanos, puedan ser juzgados con el actual sistema procesal penal.

De igual forma, en el equipo de Piñera saben que serán clave acercamientos con el mundo evangélico e intensificar su discurso de “manos firmes” contra la delincuencia. Y aunque para eso la figura de Kast será un aporte clave, tampoco lo consideran indispensable.

En todo caso, en el comando dicen que quien podría tender lazos con Kast es el jefe político del comando, Andrés Chadwick, con quien aún tiene una buena relación.

En paralelo, en el comando del ex UDI aún no definen con claridad cómo será su performance la noche del 19 de noviembre. El diputado ya ha dicho públicamente que si pierde las elecciones, apoyará al candidato de la centroderecha en el balotaje para evitar un triunfo de la izquierda. Sin embargo, en los últimos días matizó su discurso debido a los apoyos públicos que hicieron emblemáticos militantes de la UDI a votar por Piñera, como Pablo Longueira o Joaquín Lavín.

Hasta ahora, el diputado no tiene contemplado trasladarse el domingo al comando de Piñera para felicitarlo, pero sí lo llamará por teléfono. Tomando en cuenta que sus intenciones son capitalizar los votos que obtenga en las elecciones y conformar un nuevo partido político, espera darse una pausa para reflexionar una postura que represente los intereses que defendió durante la campaña.

Al margen del contenido programático que el diputado podría plantear a Piñera, para el parlamentario será clave conseguir que algunos de sus cercanos sean sumados en un futuro gobierno. Y aunque saldrá del Congreso en marzo cuando culmine su período parlamentario, ha comentado que descarta – por ahora-, aceptar un cargo en el Ejecutivo, para poder dedicarse a la construcción de su colectivo.

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