“Presidente, no haga más esas bromas malas, ni en privado. Después se le salen en público y le amplifican todo”. Esa es Magdalena Díaz (36), retando a Sebastián Piñera por su humor ácido. El mismo que le trajo tantas críticas en junio, cuando en una actividad en Linares les propuso a los presentes “un juego”: “las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas, y todos nosotros nos tiramos encima y nos hacemos los vivos".
La ‘Maida’, como la llaman sus cercanos, es jefa de gabinete del ex Presidente desde 2015 y una de las cartas más seguras para llegar a La Moneda, y pasó más de 10 fiestas de año nuevo en la casa de Piñera en Caburgua junto a sus hermanos mayores. De niña, jugaba en el lago con Cecilia, Juan Sebastián y Cristóbal, hijos del Presidente electo.
La trabajadora social de la Universidad Alberto Hurtado es la menor de una familia compuesta por cinco hermanos. Su padre, Pedro Pablo Díaz, íntimo amigo del mandatario electo desde la época universitaria, fue simpatizante de la DC hasta los '90, muy amigo de la familia Aylwin, votó por el ‘NO’ y fue cónsul honorario en Atlanta en el gobierno del fallecido Presidente.
Separada y con dos hijos, actualmente Magdalena Díaz tiene una nueva pareja y todos los años va de vacaciones a Santo Domingo, donde tiene casa. Un alambre de púas separa a la residencia de la de su primo, el diputado Nicolás Monckeberg (RN), de quien además es muy amiga.
Según cuentan en el comando de Piñera, fue ella quien impulsó con fuerza su participación y presencia en la campaña y en el equipo más cercano del Mandatario, actitud que, como era de esperarse, fue resistida por algunos que también pelearon por un espacio.
Maida Díaz es del círculo más íntimo de Piñera y su influencia ha ido en ascenso durante una campaña en la que en varias ocasiones, relatan en el comando, enfrentó posturas con Magdalena Piñera, la hija más política del Presidente electo, pese a que ambas se conocen desde niñas y hasta compartieron pieza en un viaje escolar en Estados Unidos. Las principales diferencias estuvieron marcadas por decisiones sobre la agenda de Piñera y la línea directa de la hija con su padre.
Códigos políticos
'Maida' Díaz fue jefa de gabinete de Cecilia Morel durante el primer gobierno de Piñera. Antes trabajó en “Un Techo para Chile” y en “América Solidaria”, donde fue voluntaria en Haití. Ambas fueron experiencias totalmente distintas a la campaña presidencial. Por eso es que tuvo que entender los códigos de la política casi a palos: aprendió a hablarle golpeado a los alcaldes, diputados y senadores que, no pocas veces, intentaron figurar en actividades de Piñera.
Entendió que había que cortar las invitaciones a algunos eventos, que había que bajar discursos, escuchar descargos, disputas entre caudillos y también negociar.
Pero todavía le cuesta, -admiten a sus cercanos-, leer “el lenguaje de los políticos”: eso de que digan una cosa y hagan exactamente lo contrario. Eso la estresa y todavía la confunde. En los partidos dicen que, a veces, la 'Maida' se acelera demasiado, y que su estilo excesivamente operativo la lleva incluso a escribir mensajes, instrucciones y reflexiones a la una de la madrugada a los grupos de WhatsApp del equipo.
Con todo, Díaz, dicen quienes la conocen, se ganó un respeto. Delega y fiscaliza bien. Un ejemplo de eso, recuerdan en el comando, es la reunión que encabezó el sábado 16 de diciembre en el hotel Crowne Plaza. Faltaban 24 horas para la segunda vuelta, y la trabajadora social convocó a Andrés Chadwick padre e hijo, a Andrés Allamand, Paula Mayol (producción) y Juan José Bruna (Prensa), entre otros.
A todos les explicó cómo sería la operativa en el hotel – donde se concentró el comando-. Les contó dónde se instalaría el escenario, la operativa del discurso, cómo sería la llegada de Alejandro Guillier a felicitarlo por su triunfo o de qué manera estaba planificada la conversación telefónica con la Presidenta Bachelet. Al final de sus palabras, aclaró: “Todo esto está organizado con Piñera ganador. No me pregunten si pierde porque no tengo nada visto, ahí vemos qué hacemos”.
Además, generó una buena evaluación en el equipo el hecho que fuera ella quien coordinó el encuentro que Piñera tuvo con el ex Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en septiembre pasado. Díaz fue quien contactó al entorno del líder norteamericano, y agendó una reunión durante su visita a Washington.
Por estos días, 'Maida' Díaz se ha contactado con la jefa de gabinete de Bachelet, Ana Lya Uriarte, para coordinar, desde detalles complejos del traspaso, hasta la instalación de Piñera en las oficinas presidenciales.
En los partidos de Chile Vamos dicen que trabajar con 'Maida' ha sido, en general, agradable y fácil. Saben que es importante cultivar una relación con ella, porque tiene línea directa con el Presidente. Transmite peticiones y también reclamos de Piñera, que no son pocos.
Sin embargo, en las mesas de los partidos advierten que una vez instalada en el gobierno, deberá enfrentarse a un escenario difícil con la relación de los parlamentarios en el Congreso, y con aquellos políticos que siempre preferirán mantener su línea directa con el Jefe de Estado, antes de tener emisarios.