Lo acompaña a sol y sombra. Y el lunes pasado, en el camarín de TVN asignado para el candidato presidencial Alejandro Guillier, no fue la excepción. Fue uno de sus tres escuderos que tuvo acceso al camarín, junto al jefe de programa, Osvaldo Rosales, y el ex ministro PPD Sergio Bitar. Durante el debate de la Asociación Nacional de Televisión (Anatel), Juan Enrique Forch, siguió de cerca y con atención los golpes que recibió el periodista de parte de los otros candidatos.

En el oficialismo sindican al publicista como uno de los asesores más influyentes y directos de Guillier. Sin ser militante y desde afuera del comando presidencial, Forch llegó a convertirse en el autor intelectual del Guillier que vemos hoy día en la campaña presidencial. El moldeador de su relato actual. 

Desde un inicio su rol y gran autonomía para trabajar generaron cierto resquemor no sólo en el comando presidencial, sino que también al interior de los partidos que apoyan al senador independiente. 

Tanto así, que Forch contribuyó a fortalecer lo que ha terminado siendo una estructura diferente a la del comando dirigido por el secretario general del PR, Osvaldo Correa. Él dirige, junto al jefe de gabinete Guillier, Enrique Soler, un incómodo círculo perimetral que filtra todo lo que le llega al candidato. 

Y en la fase final de campaña, la franja televisiva fue el detonante de una crisis que podría detonar después del 19 de noviembre: las piezas televisivas no convencen a prácticamente ningún dirigente entre los partidos del bloque Fuerza de Mayoría, ni a nadie en el comando. A lo que se agrega que Forch la dirigió prácticamente solo, sin la ayuda de nadie, más que el equipo técnico. 

Tanto así, que el candidato conoció un par de retazos poco antes de su estreno, y los integrantes de su comando, como el jefe de comunicaciones, Juan Andrés Lagos, la vieron recién el día que salió en televisión. 

Las críticas, aunque privadas aún, han llovido en el sector que apoya a Guillier. Apuntan a una “falta de épica” y principalmente a una ausencia de relato. Una franja enfocada en el candidato recorriendo Chile y mirando el país desde un auto, no era el relato que esperaban en el bloque. Nada del legado de Michelle Bachelet, nada de los partidos, ni siquiera gente común y corriente, dicen, a modo de crítica en el oficialismo tras la emisión de los primeros capítulos.

Desde el "NO" a asesor directo de Guillier

Juan Enrique Forch fue parte de la decena de realizadores que participaron en la conocida franja del "NO" para el Plebiscito de 1988. Junto a Eduardo Tironi e Ignacio Agüero coordinaron, produjeron y dirigieron los distintos capítulos que tuvo la histórica apuesta audiovisual.

El equipo inició su trabajo entre quince a veinte días antes de la emisión de la franja, después que un equipo creativo se hizo cargo de confeccionar la campaña en general. Entre los integrantes de este grupo estuvieron Eugenio García y José Manuel Salcedo. Por su parte, Jaime de Aguirre fue el responsable de la composición del himno "Chile, la alegría ya viene".

Uno de los integrantes de la campaña destaca, sin querer ser citado, a T13 Semanal que durante la época conformaron "un tremendo equipo, con gente muy talentosa y casi todos trabajando gratis". En este contexto, recuerda a Forch como "un buen realizador, pero no el centro creativo de la franja".

Previamente, durante la década de 1970 Forch estuvo en el exilio, en México y la República Democrática Alemana (RDA). Luego, volvió a Chile y durante los 80's fue parte de las iniciativas culturales de la época, como los festivales chileno-francés y el video arte. Desde esas redes fue convocado a participar del trabajo audiovisual del "NO".

Tras esto, el publicista desarrolló una trayectoria de consultor político en distintas campañas presidenciales latinoamericanas: en Salvador, México, Honduras, Perú, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. También colaboró en las campañas de Patricio Aylwin y Eduardo Frei.

En su nutrido curriculum también destacan que dirigió el desaparecido canal chileno Rock & Pop, fue autor de las novelas "El abrazo del oso" y "Las dos orillas del Elba", y que a inicios de esta década las emprendió como productor de quesos en el sur, iniciativa que abandonó hace algunos años. 

Fue en la asesoría que hizo en Perú para el entonces candidato presidencial Alejandro Toledo donde conoció a Soler, el jefe de gabinete de Guillier y ex agregado comercial de Chile en Perú, Bolivia y Argentina.

Durante las década de 1990, Forch y Guillier se conocieron por sus trabajos en televisión, donde reforzaron su amistad. Cuando Guillier decide convertirse en político, convocó de inmediato a Forch, quien lo ayudó a delinear su campaña senatorial por Antofagasta. Mientras Soler también lo asesoró en temas limítrofes con los países vecinos, Forch comenzó a aconsejarlo comunicacionalmente.

Los cuestionamientos a la franja y a Forch

Desde el "guillierismo" se le atribuye gran influencia a Juan Enrique Forch en el devenir de la campaña presidencial del senador independiente. En concreto, le atribuyen exclusividad en varias decisiones que han marcado al candidato: la estrategia inicial de diferenciación que buscó el periodista en relación al Gobierno de Michelle Bachelet, la decisión de no militar en un partido político (podría haber fichado por el Partido Radical) e iniciar una campaña de recolección de firmas para inscribirse como candidato independiente, son parte de sus consejos. 

Pero también hay un diseño que, aunque fue celebrado inicialmente, hoy provoca resquemores: el concepto de "el Presidente de la gente” es obra y gracia del publicista que trabajó en a Franja del “NO”. 

El problema, dicen en el comando, es que pese a ser reconocido como un eslogan efectivo, Forch no fue capaz de aprovecharlo en la franja televisiva, pese a su gran experiencia y capacidad. 

Las piezas audiovisuales producidas por el publicista y escritor, decepcionaron al entorno de Guillier. Forch justificó internamente su apuesta en una serie de estudios previos a la producción del material, donde, entre otras cosas, habría identificado que en Chile habría una alta sensación de desamparo y desprotección, y que entre los atributos positivos del periodista se encontraban la cercanía y la sencillez.

Por esta razón, Forch y el cineasta chileno Pablo Perelman buscaron mostrar a Guillier recorriendo el país, conversando y dando respuestas a la gente. El estilo de lenguaje utilizado, más cercano a un documental, explican en el equipo de Forch, buscaba proyectar la “autenticidad” del candidato y marcar contrastes con su principal contendor, el ex presidente Sebastián Piñera, quien muestra un lenguaje más “publicitario” y “empresarial”.

El propio Forch explica a T13 Semanal que "la franja de Alejandro Guillier está registrando lo que el candidato está haciendo durante su campaña, que es recorrer Chile, conversar con la gente, enterarse por ellos de primera mano, de cuáles son los anhelos, problemas, sueños que tienen y darle respuestas a eso".

Pese a la intención, desde el oficialismo miran con recelo el resultado emitido hasta ahora, sobre todo considerando que no pudieron influir en la línea de los contenidos.

En este contexto, el encargado territorial del equipo, Arturo Barrios, afirmó que a futuro "habrá que ver los resultados de la primera vuelta y siempre las segundas vueltas precisan de inclusión y transformaciones”.

Por su parte, el senador PPD Guido Girardi sostuvo a T13 Semanal que "cada franja tiene visión y objetivo, y el de esta franja es que Alejandro (Guillier) gane la primera vuelta o pase a la segunda vuelta, y si eso pasa, habrá que pensar en otra franja para la nueva elección". 

Las palabras de Girardi reflejan lo que ha sucedido en las últimas semanas: diversos dirigentes han planteado desde los diarios de circulación nacional que la estrategia de campaña debe cambiar en una eventual segunda vuelta. Incluso se ha hablado de reestructurar el comando de campaña. Y, dentro de eso, la franja televisiva. 

De hecho, ya hay una fuerte pugna soterrada entre el PPD y el PS, cuyas franjas parlamentarias han sido celebradas por su factura técnica y estética, por intentar hacerse cargo de las piezas audiovisuales del balotaje.

En tanto, el encargado estratégico de la campaña de Guillier, Sergio Bitar, destacó que Forch "ha hecho una labor importante en este periodo muy difícil, y es un hombre en que el propio candidato confía por su lealtad y claridad".

El ex ministro sostiene ante las críticas que "hay que ponerse en los contextos sociales, que son más fuertes que una franja" y advierte que "la franja no es magia". El ex ministro argumenta que "uno no le puede pedir que en una semana se cambie de un estado de indiferencia a una época revolucionaria o a una épica democrática del ’89". Tras esto, Bitar destacó que el contenido audiovisual "busca ir al voto, no ir a convencer a los políticos".

En la misma línea se mueve el jefe de campaña, Osvaldo Correa. El radical valoró a Forch, aseguró que "nadie es una monedita de oro que le caiga en gracia a todo el mundo" y adelantó que "siempre las cosas son perfectibles".

En medio de este cuadro, y en paralelo a la emisión de los capítulos por televisión, el comando digital de la campaña lanzó una franja para redes sociales, buscando llenar los "vacíos" que habría dejado la televisiva.

El área digital es dirigida por el militante del PC Ignacio Rojas y coordinada políticamente por Ruben Darío Díaz, quienes conformaron un equipo especial para la franja digital, el que estuvo dirigido por Pablo Bivort, sociólogo, magíster en comunicación política y ex encargado de comunicaciones de la Juventudes Comunistas.

Bivort junto a Simone Pavin y Matías Godoy crearon la nueva apuesta que ha circulado desde la semana pasada en redes sociales. Ellos son los encargados de la franja televisiva del Partido Comunista.

Este producto, que no tendrá cabida en televisión, han apelado al votante duro de Guillier que se ha movilizado para apoyarlo, reforzando su perfil de continuador de las reformas. De hecho, el segundo capítulo fue un verdadero golpe comunicacional: la madre de la presidenta Michelle Bachelet, Ángela Jeria, fue protagonista junto a varios cuadros donde aparece junto a la mandataria. En los capítulos siguientes aparecieron tres actores del recordado programa “Los Venegas”, donde el “Compadre Moncho” resalta como protagonista de un “sketch” sobre la gratuidad en la educación superior. En el oficialismo creen que este producto, realizado con muchos menos recursos que la franja oficial, tiene bastante más contenido que la franja de Forch. 

Pero pese a las críticas que circulan en el sector y a la apuesta paralela digital, el publicista no se amilana y sigue con su guión hasta el final.  "Seguiré en la campaña mientras Alejandro confíe en lo que estoy haciendo”, dice Forch a T13 Semanal. 

Según el publicista, la franja de la segunda vuelta "tendrá más peso del que está teniendo ahora, porque será una competencia entre dos candidatos" y adelantó que los partidos políticos "van a tener que empezar a preocuparse más del programa y del Gobierno en el que tendrán que participar”. 

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