Salvador Millaleo, ex asesor del Ministerio del Interior para asuntos indígenas, quien renunció a su cargo luego de la fallida visita de la ministra Izkia Siches a Temucuicui, habló sobre el conflicto mapuche y las dificultades que ha enfrentado el gobierno en entrevista con el diario El País de España.
Consultado sobre las dificultades que ha enfrentado el gobierno de Gabriel Boric en la Araucanía, el abogado constitucionalista señala que: “El tema indígena no es fácil para nadie. Se requiere mucha preparación para desarrollar estrategias políticas eficaces en un tema tan complejo” y agrega que se debieron tomar las cosas con mayor calma y planificación, y sobre todo “entender que esto no se puede hacer –ni siquiera ahora– sin las fuerzas políticas mapuche más relevantes que están dispuestas al diálogo institucional. La posibilidad de acuerdo con los grupos radicalizados, en tanto, quizás fue sobrevalorada”.
Sobre la definición del conflicto, Millaleo señala que pese a que los hechos de violencia han aumentado en frecuencia e intensidad, aún no se puede hablar de terrorismo en la zona, tambien descarta que se pueda concebir como un “conflicto armado interno”, pero si manifiesta preocupación ya que “cuando un conflicto como éste de índole étnico-político se maneja mal, empieza a expandirse y se entra en dimensiones más difíciles de manejar, con nuevos factores de criminalidad organizada”, dice el abogado.
El experto en asuntos indígenas expresa que uno de los principales errores en el manejo del conflicto es el llamado “populismo penal”, que define como “un punitivismo que ha tachado esto de terrorismo desde hace 20 años y que aplicó la Ley Antiterrorista cuando se producían ataques a maquinarias y no comprometían la vida humana”, según MIllaelo, estás políticas han servido para “agravar el conflicto hasta llegar a la actualidad donde, repito, los hechos han crecido en número e intensidad”.
Consultado sobre el fondo del conflicto, el abogado constitucionalista señala que la restitución de tierras sigue siendo parte importante del problema, pero que “se agregan los conflictos socioambientales: se aprueban proyectos de inversión sin consulta indígena y eso genera tensiones territoriales”.
Sobre el futuro del conflicto, Millaleo cree que “la violencia previsiblemente va a escalar, porque no hay nada que se haya hecho que permita pensar lo contrario. Los factores de escalamiento –más medios de violencia, no hay grandes transformaciones estructurales– no permiten decir que algo vaya a aplanar la curva. Aunque tengo esperanzas en que las transformaciones estructurales puedan partir con la nueva Constitución”.
El ex asesor del ministerio del interior y militante de Revolución Democrática, cree que en la nueva Constitución existe una posibilidad de abordar de otra forma el conflicto, ya que “ha generado normas que van en la dirección de solucionar las grandes demandas históricas del movimiento mapuche e indígena. Por cierto, esto está amenazado por un establishment que no quiere una nueva Constitución y sigue apostando por un rechazo en el referendo”.
Finalmente, MIllaleo afirma que: “Todavía tengo la confianza en la visión del presidente de que esto sigue siendo un problema fundamentalmente político. Y el Gobierno va a recibir una segunda oportunidad muy importante para encauzar su estrategia a partir de la aprobación de la nueva Constitución y su implementación. Lo crucial es retomar el camino político”.