La dirigencia del Partido Socialista convocó para los días 29, 30 y 31 de enero del próximo año al XXX congreso de la colectividad, y en la invitación, junto con analizar la primera mitad del gobierno de Michelle Bachelet y el impulso de las reformas tributarias, educacional y el inicio del proceso constituyente; se diagnosticó una cruda autocrítica del rol de la propia Nueva Mayoría.

De este modo, junto con tomar en cuenta la pérdida en el respaldo al gobierno, también es planteado en el texto una serie de cambios en la política de alianzas del bloque oficialista, llamando a analizar acuerdos con otras fuerzas, según informó La Tercera.

Este tema sería central para efectividad de la continuidad del programa de gobierno en un eventual nuevo período presidencial, sobre todo por los bajos índices de de apoyo popular.

En lo inmediato, un escenario en el que se podrá concretizar una eventual ampliación del oficialismo es en las elecciones municipales del próximo año. Y según señalan fuentes del PS, un candidato natural es el Partido Progresista (PRO) de Marco Enríquez-Ominami, con los que se han abordado eventuales pactos por omisión y primarias en posibles listas de alcaldes y concejales.

Pese a ello, reconocen una complejidad en las proyecciones presidenciales, pues Enríquez-Ominami podría complicar las posibilidades presidenciales de la timonel del PS, Isabel Allende. Esto, sin contar el complejo escenario que enfrenta el ex abanderado por la investigación del Ministerio Público sobre los pagos de SQM a su ex mano derecha, Cristián Warner.

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