Un nuevo episodio del caso OAS se abrió este lunes luego de que se conociera que un empresario brasileño admitió un pago del equivalente a 100 millones de pesos con destino a la campaña presidencial de Michelle Bachelet en 2013.
La información es recogida por el diario brasileño Folha de Sao Paulo en un reportaje extenso sobre los alcances internacionales de la constructora OAS, protagonista de un escándalo de corrupción que ha salpicado a varios países de la región como Brasil o Perú.
En el artículo se señala que Leo Pinheiro, uno de los hombres fuertes de OAS, temía en 2013 que la empresa perdiera un contrato en el sur del país. Tras comunicárselo a Lula, este le contestó que el ex presidente Ricardo Lagos le había garantizado que el acuerdo seguiría vigente si asumía Bachelet.
La revelación formaría parte de un acuerdo que negocia el ex presidente de OAS con la justicia de su país.
Lula habría solicitado posteriormente un total de 101,6 millones de pesos chilenos para destinarlos a la campaña de Bachelet. Ese pago habría sido a través de un contrato ficticio con la empresa Martelli y Asociados cuando terminó la campaña.
Dicha empresa es propiedad de Giorgio Martelli, el ex operador político de la Concertación que fue formalizado por varios hechos de presunto financiamiento irregular de la política.
Según la legislación chilena, las campañas no pueden recibir fondos desde el extranjero. En febrero de 2017, cuando surgieron versiones en esa línea, la entonces Presidenta Michelle Bachelet aseguró que "yo no he tenido nunca vinculación con la empresa mencionada".