El ministro de Bienes Nacionales, Francisco Figueroa, reconoció que “se cometieron desprolijidades” en el proceso de compra de la casa del expresidente Salvador Allende, que significó la salida de su antecesora Marcela Sandoval, y aseguró que ello “nunca debió salir del ministerio”.
En conversación con Tele13 Radio, Figueroa dijo que, tras revisar los antecedentes, se convenció de que la negociación nunca se debió iniciar.
"El Ministerio de Bienes Nacionales era el ministerio a cargo de esto. Este procedimiento no se pudo haber llevado a término. Se paró en el momento preciso, pero podría haberse frenado mucho antes. Yo me he convencido que no debió salir del ministerio de Bienes Nacionales", dijo Figueroa.
"Se cometieron desprolijidades en este proceso, y a través de este procedimiento, lo que me interesa a mí es comprender bien dónde y cómo se cometieron esas desprolijidades para que no se vuelvan a repetir en otros procedimientos de otra naturaleza también", agregó.
"El Presidente hizo valer la responsabilidad política en el nivel más alto que correspondía en ese minuto, que era el de la exministra Sandoval. Yo habría tomado la misma decisión que ella, por supuesto, en presentar mi renuncia", complementó.
El ministro Figueroa dijo que, a su llegada, se reunió con el subsecretario y ordenó un procedimiento disciplinario que incluso podría significar la responsabilidad de otros funcionarios al interior de la cartera.
"A mí lo que me importa es entender los procedimientos que se llevaron mal para eventualmente corregir protocolos, por ejemplo, para pedirle a los funcionarios y a los equipos que adviertan estos problemas", explicó Figueroa.
"Este es un proceso que se debió haber evaluado en el ministerio en su globalidad. Es decir, hasta el final, hasta que saliera del ministerio, por supuesto, en el nivel más político, directivo, que es lo que nos corresponde a las autoridades", añadió.
Ministro Figueroa y sus críticas a la Concertación
El ministro de Bienes Nacionales se refirió a unos polémicos tuits en sus redes sociales, en su época de dirigente estudiantil, en los que criticaba a representantes de la ex Concertación.
“Con el tiempo uno tiene aprendizajes, y a mi yo del pasado le sugeriría ahorrarse algunos adjetivos, y también cuidar la forma para que la forma no empañe el fondo. No tengo ningún problema en hacer esa autocrítica”, dijo Figueroa.
“Pero hice esas declaraciones en otro rol; como dirigente estudiantil y como dirigente político, y en la política uno está a favor de algunas cosas y en contra de otras (...) sobre el fondo del asunto, yo soy un convencido que las diferencias que hemos tenido entre izquierda y centroizquierda son diferencias que finalmente expresan diferencias legítimas de la sociedad chilena, y que en la medida que seamos capaces de asumirlas y trabajar por aquello que nos une pese a las diferencias, el único resultado es que nos ayude a encontrar soluciones para el país”, añadió.