Esta mañana se dictó el sobreseimiento definitivo de Hugo Bravo –como persona natural- en el marco del caso Penta, luego de que el ex gerente general del holding y hombre clave en la investigación, falleciera el domingo recién pasado al mediodía.
Publicaciones de prensa en los días previos apuntaron a que Bravo (quien tenía 71 años) había optado por dejar de tomar sus medicamentos y consumía alcohol, pese a su diabetes. Esta mañana, en la audiencia por el sobreseimiento, en el tribunal fue leído el certificado de defunción emitido por la Clínica Las Condes, institución en la que el ingeniero comercial estaba internado desde el 16 de febrero.
“Falla respiratoria aguda”, figura como la causa directa del deceso de Hugo Bravo, producida por un cuadro de “neumonía por pneumocystis joriveci”. Se trata de una infección pulmonar que, en pacientes inmunodeprimidos –como era el caso del ingeniero- puede ser letal, y que se puede presentan en personas con cáncer, VIH, en trasplantados o en quienes han usado en forma prolongada medicinas que afectan el sistema inmunológico.
En la clínica desde el 16/2
Quienes conocían la rutina de Bravo relatan que éste pasó sus últimos días bajo constante monitoreo médico en la Clínica Las Condes.
Hasta ese centro llegaba cada lunes y jueves a someterse a una “hemodiafiltración”, un método de diálisis renal especial para pacientes cuyo estado de salud es riegoso: en su caso, Bravo sufría una condición cardiaca (tenía tres bypass y un marcapasos), déficit renal y una diabetes basal.
Bravo se dializaba desde fines de mayo de 2016.
Antes de iniciar el proceso de hemodiafiltración –pasaba estos dos días de la semana de 8 a 14 horas- se le hacía un examen de sangre para determinar su estado.
El jueves 16, este examen le diagnosticó a Bravo la presencia del hongo “pneumocystis jiroveci” y quedó internado de urgencia, con una baja saturación de oxígeno en la sangre. Hasta que el domingo, alrededor de las 12:45 horas, una arritmia terminó con su vida.
Sobreseído él; faltan sus sociedades
Según consigna hoy El Mercurio, Bravo fue despedido ayer por su familia y cercanos –entre los que no se encontraban Carlos Alberto Délano ni Carlos Eugenio Lavín-, para luego ser cremado en el cinerario del Parque del Recuerdo.
Esta mañana, quien fuera considerado uno de los colaboradores de la Fiscalía en el caso Penta, fue sobreseído definitivamente por el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago. Para el 16 de marzo quedó fijada la audiencia en que se verá la responsabilidad de sus sociedades, Challico y Santa Sarella (bautizadas así en honor a su madre).