El ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, se manifestó en contra de la propuesta del gobierno que pretende castigar a los asistentes a las fiestas clandestinas durante la pandemia con trabajos voluntarios. La idea es que quienes vayan a estas fiestas ilegales trabajen en beneficio de personas contagiadas con COVID-19.
A través de su cuenta de Twitter, como es habitual, el ex ministro Mañalich comentó esta propuesta. “Imposible. Un castigo de riesgo desproporcionado”, opinó la ex autoridad.
La idea fue presentada por el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, luego de comentar el alza en este tipo de reuniones sociales, que ha ocurrido desde la vuelta a los confinamientos en distintas comunas del país.
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“Los llamados ya los hemos hechos. Obviamente hay que tomar medidas distintas. Por ejemplo, la ley permite que las personas que sean condenadas por participar, por ejemplo, en fiestas clandestinas, que tengan penas alternativas como hacer trabajos voluntarios. Hay que empezar a pensar en otras medidas para personas que sienten cierto desprecio por su salud, pero lo más grave, por la salud de los demás”, expresó Delgado.
“Tenemos que avanzar en que estas personas, que son detenidas y condenadas, tanto asistentes como organizadores (de fiestas) tengan que hacer un trabajo voluntario, donde tengan que ir a lugares donde hay que atender enfermos, que sientan más conciencia con la enfermedad, que sientan conciencia de los estragos que genera la enfermedad, que tengan que relacionarse con familias que están sufriendo. Obviamente dentro del rango de lo que puedan hacer y participar”, agregó.
Delgado aseguró que esta idea, cuestionada por el ex secretario de Estado, fue conversada con el actual ministro de Salud, Enrique Paris, y también con el subsecretario de Interior, Juan Francisco Galli, y que aún está en evaluación.
“Esas personas tienen que acercarse más al dolor para que puedan comprender de qué estamos hablando”, argumentó.
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La noche de este lunes, Carabineros detuvo a 20 personas, entre ellas cinco menores de edad, en una nueva fiesta clandestina en Cachagua, región de Valparaíso, que se suma a las que se habían llevado a cabo en año nuevo y que generaron un brote de COVID-19 la zona-
De acuerdo al seremi de Salud de la región de Valparaíso, Francisco Álvarez, tras descubrir esta fiesta clandestina se establecerán las máximas sanciones, que en el caso de los asistentes las multas irán desde 100 a 500 UTM (cinco a 25 millones de pesos) y para el organizador, una sanción de 1.000 UTM, es decir, 50 millones de pesos.
