La primera dama, Cecilia Morel, habla por primera vez a la prensa desde el 18 de octubre y relata que el sentimiento que más ha predominado en estos meses es el de pena, y cuenta que “he sentido también, al igual que muchos chilenos, la sensación de incertidumbre”.
En entrevista con El Mercurio, Cecilia Morel señala que “he tenido mucha preocupación. Lo primero fue el impacto, el desconcierto, me preocupaba qué era esto. He tenido la oportunidad de recorrer Chile muchas veces, creía conocer mucho a los chilenos y chilenas, y este estallido me sorprendió, porque fue como que no reconocí al Chile que creía conocer”.
Uno de las críticas más complejas para el Gobierno ha sido la acusación de violaciones “sistemáticas” a los Derechos Humanos, a los que la Primera Dama responde que: “No ha habido una violación sistemática, abrimos las puertas desde el primer día, vinieron todos los organismos internacionales”, y agrega que: “Sebastián y yo tenemos en el ADN el respeto por los derechos humanos y la democracia, y eso está comprobado”.
Sobre los desafíos que trae marzo y el comienzo del año laboral, Cecilia Morel señala que “todos parecemos estar fomentando este temor de que marzo va a ser el mes más convulsionado; puede ser que lo sea, no lo niego, pero tenemos que parar de seguir diciéndolo, porque estamos de alguna manera dándoles pie a las personas más violentas a que sigan, Es como profecía autocumplida”.
Sobre el camino que hay que seguir frente a nuevas posibles movilizaciones, Cecilia Morel cree que “tenemos que ponernos las pilas, principalmente la clase política entera y la ciudadanía. La democracia y la paz la vamos a lograr entre todos, y va a ser de dos maneras: fortaleciendo y mejorando nuestras policías y aislando la violencia. Sin orden público, va a ser muy difícil que lleguen estos beneficios”.