Raúl Castro cumplirá en junio 87 años. Una edad a la que, quienes llegan, lo suelen hacer ya jubilados.

Castro no se cuenta entre ese grupo.

Pues aunque el pasado jueves abandonó la presidencia del Consejo de Estado, máximo órgano de gobierno de Cuba, se mantendrá hasta 2021 en su cargo de primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Y eso genera no pocas dudas sobre cuán real será su alejamiento del poder y qué hará ahora que ya no es presidente.

¿Retiro?

La sucesión en el cargo de presidente en favor de Miguel Díaz-Canel forma parte de un proceso de "transferencia paulatina y ordenada", según explicó el ya expresidente en su discurso de clausura de las sesiones de la Asamblea Nacional de Cuba, donde se produjo la transmisión de mando.

"Pienso ir acompañando al actual presidente de los Consejos de Estado y de Ministros al desfile del Primero de Mayo en La Habana; después visitaré la otra provincia y otras más, porque se supone que tendré menos trabajo también", dijo Castro.

Así es que con la presidencia ya en manos de Díaz-Canel, cabe preguntarse si efectivamente esto supone el retiro político de Raúl Castro, aunque siga formalmente al frente del PCC.

"Desde que yo conozco a Raúl, desde mi niñez, sus palabras siempre fueron este año me retiro. Todo este tiempo él ha estado preparando su retiro y no creo que vaya ahora a tener una vida activa porque precisamente lo que quería era retirarse", afirma Juan Juan Almeida.

Almeida, hijo de un comandante de la revolución cubana -Juan Almeida Bosque- y quien a los cinco años de edad se fue a vivir en el hogar de Castro y de su esposa Vilma Espín, considera que, en gran medida, la permanencia del exmandatario al frente del Partido Comunista tiene que ver con su necesidad de seguridad.

"Para retirarse necesitaba toda una estrategia y un andamiaje porque él no quiere que en algún momento venga un Baltasar Garzón y le diga: 'Señor, usted ha cometido estos delitos y tiene que responder ante la justicia'. Entonces, para protegerse a sí mismo y a su familia se asegura una inmunidad a través del PCC".

William LeoGrande, experto en Latinoamérica de la Universidad Americana (Estados Unidos), indica que La Habana se menciona desde hace tiempo una casa que Castro supuestamente se estaba construyendo en el este de la isla, cerca de Santiago, para retirarse.

"Todas las personas con las que he hablado recientemente en Cuba creen que él se irá a esa casa en un futuro no demasiado distante. Pero, probablemente, eso tendrá que esperar hasta que él abandone el cargo de primer secretario del Partido", le dice a BBC Mundo.

Almeida cree que ese retiro puede empezar a concretarse antes.

"Él va a tratar de mantener el control sobre Díaz-Canel pero no creo que Raúl Castro esté dispuesto ni tenga actitud ni aptitud para querer estar omnipresente agarrando las riendas del poder como Fidel Castro hasta el día que se murió. Estará cazando o pescando en su chalé en la Loma de la Mesura en Holguín. Un lugar precioso", apunta.

Gallos de pelea

Sin embargo, la idea de que Raúl Castro abandone efectivamente algún día la vida política cubana también tropieza con grandes dosis de escepticismo.

"No nos guiemos por esa apariencia de abuelo bueno que se va a sentar a ver pelear sus gallos, que es lo que a él le gustaría hacer. A mí me dijo en varias ocasiones que él hubiera sido feliz teniendo una valla de gallos allá, por su terruño de Birán. De allí lo sacó Fidel Castro en los años 50 y se lo llevó para La Habana", dice a BBC Mundo Alcibíades Hidalgo, quien durante casi una década fue jefe del despacho político de Raúl Castro.

"Ese es su deporte favorito y lo sigue jugando allí. Mientras estuvo prohibido para el resto de los cubanos, estaba absolutamente permitido para él en unas magníficas vallas que controla el comandante de la revolución Guillermo García", agrega.

Hildalgo asegura que Castro "es una persona de muy abundantes vacaciones y placeres mundanos" y que dispone de numerosas casas por la isla, e incluso de cayos, en los que se podría retirar pero que no lo va a hacer.

"Él se va a dedicar ahora a consolidar el proyecto de traspaso de poder a Díaz-Canel y va a morir ejerciendo algún puesto del partido. Va a ser como Fidel Castro que mientras tuvo vida estuvo presente en la vida política del país", agrega.

¿Poder en mengua?

En su discurso del jueves ante la Asamblea Nacional de Cuba, Raúl Castro destacó la importancia de que los cargos de primer secretario del PCC y de presidente del Consejo de Estado estén concentrados en una sola persona que tenga en sus manos todo el poder y la influencia.

Paradójicamente, esa circunstancia dejó de producirse ese mismo día, cuando él le entregó la presidencia a Díaz-Canel pero preservó el liderazgo del partido.

Pero, en términos reales, ¿cuánto poder transfirió Castro a su sucesor?

La Constitución de Cuba define en su artículo 5 al PCC como "la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista".

LeoGrande asegura que, como jefe del Partido Comunista, Castro seguirá siendo muy poderoso.

"El PCC define la orientación de las políticas del gobierno de la isla, así que mientras Raúl permanezca en el Buró Político como líder del partido seguirá siendo la figura principal, incluso más que el presidente del Consejo de Estado", señala el experto.

Hidalgo va más allá y asegura que Díaz-Canel será básicamente un "mascarón de proa".

"En un pequeño círculo de algunos de los miembros del Buró Político del Partido Comunista de Cuba se deciden todas las cuestiones principales del país y eso sigue controlado por Raúl Castro y por José Ramón Machado Ventura, que es su colaborador más cercano y su amigo desde los tiempos de la Sierra Maestra", apunta.

Sin embargo, Juan Juan Almeida, quien estuvo preso en la isla por oponerse al gobierno comunista, considera que el simple hecho de haber entregado la presidencia del Consejo de Estado ya convierte a Castro en una figura con un poder menguante.

"Lo veo en decadencia. Él seguirá siendo un hombre con poder pero el abandonar las riendas del gobierno le mella un poco su capacidad de influencia. Creo que dentro del grupo de poder cubano ya las estructuras empezaron a moverse aunque no con la fuerza de un tsunami", dice.

Indica que Castro seguirá siendo más poderoso que Díaz-Canel -"él hoy no tiene tropa, no tiene acceso al dinero, por lo que hoy es más un administrador"- pero pone en duda que el exmandatario pueda cumplir con sus planes de permanecer al frente del PCC hasta 2021, cuando culmina su segundo periodo como primer secretario.


 

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