Fue su primer encuentro público con representantes de la denominada derecha tradicional luego que remeciera la estantería declarándose como un "socialdemócrata". El alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, dictó este jueves el taller de coyuntura "desafíos políticos para el Chile de hoy", en un evento realizado vía zoom y organizado por la Fundación Jaime Guzmán, el think tank vinculado a la UDI.
Ante una audiencia mayoritariamente juvenil, quien durante meses ha encabezado todos los sondeos de opinión con miras a una futura elección presidencial hizo una presentación donde planteó una suerte de hoja de ruta. Ahí explicó por qué defiende la opción Apruebo en el plebiscito constitucional de octubre, cuál es su sueño país y por qué es necesario un gobierno de convivencia nacional que supere el actual esquema de derecha o izquierda.
Tras su intervención, llegó la hora de las preguntas. Y fue ahí donde a Lavín se le emplazó a definir de mejor manera su definición como socialdemócrata. Un asistente a la conferencia, Felipe Lyon, le hizo ver que muchas personas de su sector político "se sienten huérfanos hoy día" y "confundidos cuando vemos que el liderazgo que está más cerca de una candidatura presidencial tiene declaraciones de repente como la de la socialdemocracia". "¿Qué le dirías a esos jóvenes para convencerlos de no sentirse huérfanos con un liderazgo como el tuyo y que sí vas a ir a defender nuestras ideas?", lo inquirió.
Lavín primero subrayó su vocación de servicio público. "He pasado por todo en la vida pública, por todo: desde estar casi a punto de ser Presidente hasta las derrotas más humillantes, pero resulta que después de eso, a lo mejor, paso periodos afuera, qué se yo, pero vuelvo, vuelvo, vuelvo... Hay una vocación", sostuvo, asegurando que dos personas influyeron decisivamente en dicha vocación: Miguel Kast y Jaime Guzmán.
Fue respecto al fundador de la UDI que se explayó, vinculándolo con su definición como socialdemócrata. "Me tocó estar con él estrechamente hasta el año 90, hasta su asesinato, hasta ese día, cuando fui secretario general. Y recuerdo siempre eso de que hablaba de esta UDI popular, cristiana, liberal, este triple perfil. Y tenía el sueño finalmente de que la UDI partía siendo un partido chico influyente, pero finalmente terminaba siendo un proyecto de mayoría. Él decía esto de popular y cristiano", sostuvo.
"Esa era una época muy distinta; estamos hablando de casi 30 años atrás, la DC era el gran partido de Chile. Había sido en la década de los 70, después se acabó la política, después volvió y siguió siendo la DC, entonces, él (Guzmán) hablaba de que había que ocupar ese espacio finalmente. Por eso este partido de derecha que era liberal y cristiano, como los otros partidos de derecha, pero era también popular. Siendo popular, iba a terminar siendo un proyecto de mayoría, iba a terminar ocupando ese espacio central", añadió.
"En un momento dado, la UDI pasó a ser el partido más grande de Chile. Hoy nuevamente hay un espacio muy importante para volver a ser un proyecto de mayoría -no estoy hablando de la UDI sino de una coalición. Y ese espacio tan importante, es el mundo de la socialdemocracia, entendida en el sentido de personas que son moderadas, que creen en los cambios, pero en los cambios graduales, que creen en un rol mucho más activo del Estado, que creen en la garantización de derechos sociales, que miran mucho más países europeos más que Estados Unidos", sentenció.
¿Presidenciable?: "No, no he decidido eso"
En la ronda de preguntas, el moderador del encuentro, Claudio Arqueros le consultó si ya tenía definida su candidatura presidencial. "No, no he decidido eso", respondió de inmediato quien fuera aspirante a La Moneda en 1999 y 2005.
"Lo que sí te diría es lo siguiente: yo ya fui candidato presidencial, fui: primero estuve cerca y después no pasé a la segunda vuelta, porque competimos en primera vuelta con Sebastián Piñera. Por tanto, ya para poner en el currículum 'oye, fui candidato presidencial' o incluso para poner en el currículum, si ganara, 'fui Presidente', no me interesa, en el fondo, si no es realmente para hacer esto. Verdaderamente creo que ningún Presidente de la República, si no es en un gobierno entre comillas de convivencia nacional, va a poder realmente transformar Chile y dar respuesta a los chilenos", sostuvo.
"Creo que hay una oportunidad con la etapa que se está abriendo. Pero solo eso valdría la pena: yo lo despersonalizo, a mí me interesa que esto se haga. Que alguien diga 'sabes qué más, respondamos esas tres preguntas: no peleen más, pónganse de acuerdo y hagan algo'. Y que las resolvamos. Para hacer eso, yo estoy, no necesariamente encabezándola, puede ser participando, puede ser de otra forma, digamos, pero esto es lo que se necesita para Chile", explicó luego. "Por ahora me interesa empezar a sensibilizar a los chilenos de que esta debería ser nuestra hoja de ruta para el futuro", sentenció.
Cómo combatir la violencia
El director ejecutivo de la Fundanción, Jorge Jaraquemada, fue quien le consultó a Lavín sobre su posición respecto a tres focos de violencia que él advierte: el vinculado al narcotráfico, lo que ocurre en La Araucanía, y lo ocurrido tras el 18 de octubre, que según Jaraquemada, podría rebrotar en los próximos meses.
"Son tres caras bien distintas. Obviamente el denominador común es el que tú mencionas, la violencia, pero son distintas", planteó de entrada el edil. "La narcocultura, en el sentido amplio de la palabra, a mí me preocupa mucho, no solo porque lo vivo en ciertos sectores sino que en las reuniones de alcaldes te diría que es tema número uno. Cuando tú hablas con la alcaldesa de La Pintana te puede contar todo lo que significa la narcocultura y cosas que uno decía, bueno, mira esto es propio de las maras centroamericanas o eso es de México, Colombia, en Chile está ahora. No está en la magnitud obviamente que está allá, pero está. El solo hecho de que Carabineros tenga que cuidar cuando haya un narcovelorio o un narcofuneral y tenga que escoltarlo, uno dice 'esta cuestión es terrible'", relató.
"Lo de La Araucanía es un tema más profundo, tiene que ver con cuestiones más históricas. Pero siempre hay dos componentes en esto. Uno es el componente histórico, profundo, del reconocimiento de que Chile es el país, a mi juicio, es multicultural, en que nosotros tenemos que preocuparnos mucho más de la cultura mapuche. Así como, no sé, yo lo he mencionado otras veces, pero la selección de Nueva Zelanda hace el Haka Maorí, bueno, va a llegar un momento en Chile que a lo mejor nosotros nos vamos a sentir orgullosos y la selección nacional de Chile, antes de salir en el Estadio Nacional lleno, antes del partido, va a hacer el grito mapuche. Falta mucho para que eso pase", sostuvo.
"Pero eso está mezclado con el tema del orden público. Y ahí nuevamente llegamos a que el Estado no da el ancho. Oye, fondo de compensación a las víctimas, ya, ok, pero cuánto se demora, es un fondo mucho más chiquitito que el que realmente se necesita. Oye, es que te quemaron las cabañas en Lleu Lleu, bueno, ya, quién fue, no, es que se sabe, pero no están las pruebas: pero cómo. Las policías, la fiscalía, la justicia no dan el ancho en general", criticó el alcalde.
"No obstante, dicho todo eso, lo que más me preocupa a mí de la violencia es la validación de la violencia que hemos visto en ciertos grupos y que se ve en las encuestas. Y ahí voy al tema del estallido social. Claro, el estallido social tiene muchas dimensiones, pero una de las dimensiones más fuerte, por la cual empezó, es la violencia", sostuvo Lavín.
"O sea, va a pasar un año, y quiénes realmente quemaron el metro, todavía no se sabe, o por lo menos yo no lo sé. Sabemos que en tal estación del metro, hubo algunos que tiraron piedras o algunos que quebraron vidrios, o algunos que encendieron mecha, y eso van a ser... pero quién pensó, quién coordinó, cómo fue, no. Y se va a cumplir un año. Esa dimensión de orden público, tenlo presente, porque es muy importante. Un porcentaje muy grande de los chilenos, incluyendo a la socialdemocracia, para usar la misma palabra anterior, comparte que el Estado debe hacer respetar el orden público. Y que no se puede hacer barricadas y eso vale para los camioneros como vale para los del estallido social; vale para todos", subrayó.
"Lo que más me preocupa a mí es que hay ciertos grupos que cuando uno les pregunta, por lo menos lo que se ve en esas encuestas, es que la terminan justificando. Como diciendo, bueno, si esto no hubiera pasado, no nos habrían hecho caso. Si esto no hubiese pasado, esto ni siquiera sería tema. Y eso es preocupante. Porque el fin nunca, nunca, jamás, justifica los medios. Nunca. Y segundo, porque también hay fallas nuestras de que tenemos que anticiparnos a los problemas que van a venir. Da para mucho, he esbozado tres cosas no más, pero por sí solo el tema de la violencia da para una reunión aparte", sentenció.