En el anexo de la Cárcel de Alta Seguridad Capitán Yáber, el abogado penalista Luis Hermosilla, quien lleva más de tres meses privado de libertad, se encuentra compartiendo espacio con personajes de diversos ámbitos, como el exsubsecretario de Interior Manuel Monsalve y los protagonistas de los casos Audio y Factop, Daniel y Ariel Sauer, y Rodrigo Topelberg. Hermosilla, que cumple prisión preventiva tras ser formalizado por corrupción en el caso Audio, aprovecha los días de visita para socializar con su familia, incluyendo a su madre de 94 años, que lo visitó por primera vez esta semana.
A pesar de las diferencias políticas y judiciales entre los internos, las circunstancias del cautiverio han generado "treguas" inesperadas entre ellos. Según diario La Tercera, así lo ejemplifica la relación entre Hermosilla y Monsalve, quienes, aunque en la vida libre están en veredas opuestas, se han visto obligados a convivir pacíficamente en este entorno. "Es como en el fútbol, las peleas se resuelven en la cancha, pero ahora estamos en un tiempo muerto", señala un gendarme respecto a la convivencia entre los internos.
Este escenario es complejo, ya que algunos internos, como Topelberg, son responsables de la caída de otros, como Hermosilla, al difundir el famoso "audio" que destapó el caso de corrupción. Sin embargo, las tensiones no parecen traspasar las paredes de la prisión. Además, durante estas fechas festivas, los internos de Capitán Yáber, quienes pasarán la Navidad en este lugar, se preparan para celebrar de manera peculiar, con Hermosilla haciendo las veces de "papá Noel".
A pesar de los conflictos pasados, los internos se enfocan en vivir el "tiempo muerto" de su situación, buscando sobrellevar la Navidad con una actitud conciliadora, mientras algunos como Monsalve, que se muestra más devoto, reciben la visita de un pastor evangélico. El ambiente en el penal se ha vuelto un espacio donde las creencias religiosas y las diferencias se encuentran bajo una tensa calma.