Asegurando que la demanda de Bolivia es "insustentable y debe descartarse de manera completa", el agente chileno ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Claudio Grossman, abrió a las 06:00 horas de Chile los alegatos nacionales ante el tribunal internacional en el marco de la demanda boliviana, que busca que se obligue a negociar una salida al Océano Pacífico.
Durante la primera jornada de la delegación chilena, los abogados se centraron en argumentar contra la "tergiversación de la historia" que hizo Bolivia durante su turno este lunes y martes, y en reiterar la vigencia del Tratado de 1904, reconociendo que si bien no se dice abiertamente, ceder a la demanda boliviana estableciendo el resultado de dar un acceso soberano al mar, terminaría con dicho tratado que fijó "a perpetuidad" los límites fronterizos de ambos países.
Tratado de 1904
El primer abogado en intervenir fue Daniel Bethlehem, quien se refirió ampliamente al Tratado de 1904 y a cómo Bolivia ha "inventado" argumentos. "Bolivia inventa su causa cuando procede, su causa cambia de forma ante todo intento de comprender. Aún no sabemos cuándo se produce la obligación de negociar", dijo al principio de su exposición el abogado.
Bethlehem además dijo que "el Tratado de 1904 fue una solución definitiva de todos los temas de soberanía", señalando que "no había un segundo componente esperando para ser negociado para conceder a Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico".
El abogado defensor se refirió también a las referencias emocionales que hizo Bolivia en sus alegatos, indicando que "la invocación de Bolivia de la supuesta injusticia histórica es un llamado al sentimiento, no al derecho".
"Alucinaciones" en la argumentación boliviana
En su turno, el abogado francés Jean Marc Thouvenin acusó al artífice de la demanda boliviana, Antonio Remiro Brotóns de "alucinar" durante sus argumentos, agregando que en sus alegatos fueron centrados en "la técnica favorita de nuestros oponentes que consiste en acumular hechos y crear una ilusión de densidad jurídica a una tesis que no tiene ninguna materialidad jurídica".
Además agregó que en este caso "no existe ninguna obligación de que los estados negocien con sus vecinos, sin duda lo pueden hacer, pero la frustración de uno no hace nacer una obligación por parte de otro (...) Lo importante es que dicha obligación, si existe, no puede ir más allá de la constatación de que la satisfacción de ambas partes no se puede encontrar".
En este sentido, recordó el fallo de la propia CIJ en las objeciones preliminares, donde la Corte indicó que si existe la obligación de negociar, no se puede determinar el resultado previamente. Ante esto agregó que "el compromiso de negociar no significa la obligación de concordar. Cuando se trata de una negociación donde el objetivo es buscar una solución satisfactoria para ambas partes, tendrá derecho a considerar que el derecho de negociación que habrá aplicado hasta el punto que puede llegar".
Actas de 1920
Por su parte, la abogada británica Kate Parlett se refirió a las actas de 1920, que fueron citadas por Bolivia en sus alegatos, asegurando que "la insistencia de Bolivia en este período de la historia causa perplejidad. Chile ni creó ni confirmó ninguna obligación jurídica de negociar acceso soberano".
Ante esto agregó que "el 6 de febrero de 1923 Chile rechazó esta solicitud, pero declaró que mantenía su propósito de escuchar, pero sin modificar el Tratado de Paz y sin interrumpir el territorio chileno. Chile indica que esto no se dio sobre la base de un trato histórico inconcluso".
Intercambio de notas de 1950
El último de los abogados en intervenir durante la primera jornada fue el británico Sam Wordsworth, quien se refirió en extenso al intercambio de notas diplomáticas en 1950 y, que según Bolivia, tuvieron carácter de tratado.
Al respecto, Wordsworth señaló que "Bolivia había declarado que había una negociación cuando Chile decía que estaba llano a una negociación con un objetivo completamente distinto (...) Se les dice (a la Corte) que las notas de 1950 corresponden a un tratado, y eso no se parece en lo más mínimo a lo que Chile declaró en junio de 1950".
El abogado puntualizó que "Bolivia prefiere presentar imágenes idealizadas de dos estados que caminan conjuntamente por el sendero de la reconciliación, pero en Chile hubo una reacción muy potente contra la perspectiva de una negociación de territorio".
Los alegatos de Chile continuarán mañana a partir de las 06:00 horas de Chile (10:00 horas en La Haya), con la intervención del abogado Sam Wordsworth que no alcanzó a terminar su turno el día de hoy.