La bancada del Partido Republicano aún no toma una decisión acerca de cómo votará este viernes el Estado de Excepción Constitucional acotado, propuesto por el gobierno, para La Araucanía y el Biobío, a raíz de la compleja situación que se vive en la Macrozona Sur. Aunque en las discusiones anteriores han criticado que la medida sea “acotada”, igualmente han votado a favor, a diferencia de diputados de Chile Vamos.
A fines de junio, la UDI puso en duda sus apoyos al consignar que el propio oficialismo no respaldaría en pleno a su gobierno. De hecho, hubo varios votos en contra y abstenciones, para, dijeron, dar una señal al Presidente Gabriel Boric.
Esta vez, desde el Partido Republicano siguen discutiendo qué postura tomar. Por ahora, dicen, hay dos razones de peso para rechazar la medida constitucional: que no se haya extendido en Los Ríos -pese a episodios violentos en las últimas semanas- y que el gobierno haya llegado “tarde” a la ampliación de querella por los dichos de Héctor Llaitul, fundador de la Coordinadora Arauco Malleco, quien reconoció que han cometido ataques contra la propiedad privada.
—El Partido Republicano ha votado a favor de los Estados de Excepción propuestos por el Gobierno. ¿Se repetirá ese escenario este viernes?
—Lo que ha hecho la bancada del Partido Republicano, hasta la fecha, es tener un compañero de ruta que son los chilenos. No tenemos ninguna consonancia política con aquellos que quieran llegar a algún pacto con el gobierno o hacer algún punto político al gobierno, o algo que se le parezca. Nuestra real intención es proteger a Chile de lo que hoy día está sucediendo. El análisis es en su mérito y con la seriedad que corresponde, pero el gran problema es que una vez más el gobierno presenta un Estado de Excepción mediocre. Primero: el narcoterrorismo está dentro de las comunidades, no en las carreteras, además, desconocemos el alcance con que las fuerzas de orden y seguridad y de paz de nuestro país puedan tener para intervenir. Y si es que lo hacen, no sabemos si es que el gobierno los va a proteger o no. La historia ha dicho que jamás el comunismo ha protegido a los defensores de la patria. Segundo: no entendemos la ausencia del Estado de Excepción en Los Ríos. Las familias de Los Ríos están viviendo hoy las mismas amenazas, los mismos crímenes, los mismos incendios que estamos viviendo nosotros diariamente en las regiones del Biobío y La Araucanía. Entonces este paisaje bastante aberrante que ha permitido el gobierno que ocurra en nuestro país se ha transformado en algo cotidiano, diario. Pareciera que a ellos no les interesa y eso es gravísimo. La decisión de cómo votar mañana (este viernes), a favor o en contra, pasa neta y exclusivamente por la defensa a nuestro país y tomaremos la decisión que corresponda por la defensa de los chilenos, no por una cuestión política.
—¿Hay esta vez una inclinación a votar en contra del Estado de Excepción propuesto por el gobierno?
—No sería una excepción a la regla que los 14 del Partido Republicano mañana (este viernes) votaran de una manera distinta, porque, en el fondo, siempre hemos votado defendiendo a Chile.
—¿Por qué esta vez hay una reflexión más profunda al respecto?
—Hay sentimientos que son duros. Dejar sin un Estado de Excepción que, por muy mediocre que sea, reconocemos que el sur del país queda algo desprotegido. Aunque sea una miseria, pero es algo lo que queda desprotegido. Ahora, el gobierno y sus socios políticos dentro y fuera del Congreso votarán siempre como ellos creen que corresponde dentro de las opciones que tienen para hacerse feliz ellos mismos. Ellos no votan pensando en los chilenos, entonces, nosotros como ellos voten no nos preocupa. El PC y el FA están unidos en una debacle y nosotros tenemos la posibilidad de ser una alternativa justamente a ello. Eso es lo que esperan los chilenos de nosotros, la decisión que podamos tomar nosotros hoy día o mañana depende única y exclusivamente sobre qué es lo que más les favorece a los chilenos que hoy día están sufriendo lo que sufren.
—¿Entonces sí necesitarían el Estado de Excepción que plantea el gobierno?
—Este es un Estado de Excepción tremendamente mediocre. Es un tema de excepción que no tiene alcances, es un Estado de Excepción que nace de un error, porque ya el solo hecho de decir ‘Estado de Excepción acotado’ significa que las fuerzas de orden pueden estar en la carretera, pero no intervenir dentro de las comunidades que es justamente donde se dan los crímenes. Dentro de las comunidades es donde están los narcoterroristas. El gobierno es medio paranoico, porque lo que hace es decir ‘nosotros vamos a defender a Chile’, pero ‘lo vamos a hacer con esta regla, con esta posición que al final es nada’. Yo reconozco que las familias que vivimos en Biobío y La Araucanía algo, algo de paz o tranquilidad nos da ver a Carabineros y a las Fuerzas Armadas por lo menos en la carretera. Es la sensación, pero nosotros quisiéramos ver a Héctor Llaitul en la cárcel. Pero no lo vamos a ver en la cárcel mientras tengamos a un gobierno que no es capaz de querellarse después de que Héctor Llaitul dice que va a destruir el país.
—¿Qué le pareció la ampliación de querella que anunció la ministra del Interior, Izkia Siches?
—Tardía, bastante cobarde, muy por sobre el aire, no la entendemos. Es un argumento más para decir que este gobierno la verdad de las cosas no tiene interés ni intención de poder levantar todas las demandas ciudadanas que hoy tenemos. Tenemos un problema de seguridad tremendo en el sur y en el norte, tenemos inflación, costo de la vida altísimo y el gobierno, de lo único que se preocupa, es del plebiscito, todas las portadas son por su intervencionismo en un proceso eleccionario. Es delirante la forma de actuar del gobierno, desde el Presidente hasta la última persona que trabaja en los ministerios.
—¿Esa acción del gobierno puede mover la aguja en términos de sus votos mañana?
—El mismo día que anuncian la ampliación de la querella, el ministro de la Segpres sale diciendo que no atacan o persiguen ideas, o sea, ellos piensan que Héctor Llaitul es un tremendo soñador, un idealista y después de eso, muy tardíamente, sale la ministra diciendo que van a preparar esta querella. Es muy difícil creerles. Fíjese que en el caso Huracán defienden a Llaitul entonces al final todo lo que diga el gobierno es una mentira. En el gobierno son profesionales de la mentira y eso no se les va a quitar nunca.