A eso de las 8 de la mañana de este martes, el agente de Chile ante La Haya, José Miguel Insulza, llegó hasta la casa del ex ministro y flamante generalísimo de la campaña presidencial de Ricardo Lagos, Máximo Pacheco.
Cercanos al "pánzer" aseguran que se trató de un encuentro pactado el fin de semana, para hablar del tema presidencial en la Nueva Mayoría. Sin embargo, la cita en avenida Presidente Errázuriz era el segundo contacto que mantenía Insulza en pocos días con miembros del entorno laguista: hace poco estuvo en una comida, en el segundo piso de la confitería Torres, con figuras como Edmundo Pérez Yoma, Jorge Burgos, Camilo Escalona y Osvaldo Puccio.
En círculos del oficialismo se habla hoy de uno de los diseños que se barajan en el sector de cara al nuevo cambio de gabinete que prepara la administración bacheletista tras el magro resultado en las municipales: el ingreso del “pánzer” al comité político de La Moneda.
Dos son las opciones: Interior o la Secretaría General de la Presidencia (Segpres).
Altas fuentes de la Nueva Mayoría sostienen que es complejo pedirle el cargo a Mario Fernández, pues el ministro del Interior DC lleva apenas tres meses en su puesto. Por ello, suena con más fuerza el eventual aterrizaje de Insulza en la Segpres, como reemplazo del PPD Nicolás Eyzaguirre.
Este último es uno de los hombres más cercanos a la Mandataria, pero transversalmente acumula un juicio más bien crítico al interior de la Nueva Mayoría. La presión por su salida lleva varios días ya y, según comentan en el oficialismo, para Bachelet es un tema complicado. Tanto, agregan, que en el último tiempo se molestaba cuando le planteaban el tema de la salida del titular de la Segpres.
Con todo, dentro de este diseño manejado en círculos políticos, una de las opciones para la vocería pasaría por trasladar al ministro de Defensa, José Antonio Gómez (PR). Se concretarse el diseño, el equilibrio de poder en el comité político (con la DC en Interior, el PS en Segpres, el PR en Segebog) se completa con el PPD Rodrigo Valdés en Hacienda.
El "ok" del laguismo; los "peros" de Insulza
Cercanos al ex Mandatario que hoy busca una nueva postulación presidencial, aseguran que el aterrizaje de Insulza al comité político es un diseño que les acomoda.
Más allá de la distancia que se generó entre ambos por lo vivido de cara a las elecciones de 2009 –cuando la indecisión de Lagos dejó sin opciones a Insulza para presentarse como candidato-, y de que en los últimos meses han discrepado públicamente a través de los medios, los vínculos del ex ministro del Interior PS con el laguismo son fuertes.
Además, se ve como una buena alternativa a las pretensiones presidenciales del “pánzer” y evitaría sus críticas en caso de que finalmente el abanderado oficialista no sea definido en primarias, como él pretende.
Insulza fue ministro del Interior de Lagos durante cinco años. Y ya antes, con Eduardo Frei, había ocupado la Segpres, a la que llegó a mediados de 1999 tras su activo rol como Canciller en la compleja operación para traer a Chile a Augusto Pinochet.
Cercanos a Insulza apuntan a ese rol anterior en la Segpres justamente como un elemento que juega en contra de este diseño del que se habla en el oficialismo: hace 17 años asumió en esa cartera -con poderes plenos en el gabinete- para reforzar la continuidad de la Concertación en el poder, en momentos en que el fenómeno electoral de Joaquín Lavín era la principal amenaza política de la coalición.
Hoy, sin embargo, los bonos de la Nueva Mayoría están a la baja y el incentivo de asumir empoderado para administrar una eventual derrota es menor, acotan en su entorno. De paso, consultados respecto de estas versiones, aseguran que si bien están al tanto del debate interno en el oficialismo, aclaran que el agente ante La Haya "no está en eso".
Con todo, la última palabra -en cuanto a los tiempos, los cambios que decida y los nombres que elija como reemplazantes- los tiene únicamente la Presidenta Bachelet. Y ayer, al menos, la Mandataria dio un espaldarazo a su comité político frente a la búsqueda de responsables por el resultado electoral, poco después de que su ministro de Hacienda no descartara una posible salida suya o de sus compañeros en La Moneda.