Dos de los cuatro hijos del fallecido ex presidente Sebastián Piñera hablaron sobre su vida fuera de La Moneda, instancia en que se refirieron al controversial incidente de las pizzas durante el estallido social.
En entrevista con El Mercurio, su hija mayor, Magdalena (48), y su hijo menor, Cristóbal (39) hablaron sobre el incidente en el Lago Ranco en que falleció el exmandatario. El menor de los Piñera Morel relató que estaba en Santiago al momento de enterarse del accidente de su padre, ya que cinco días antes había nacido su cuarto hijo, el que alcanzó a conocer a su abuelo.
Magdalena señaló que al ex mandatario “le quedaban muchos, muchos años. Se había hecho un chequeo médico, no tenía nada".
“Él tenía mucho que aportar todavía al país. Estaba muy animado con ayudar a la reconstrucción, ayudar a las víctimas de los incendios, de tender puentes con el Gobierno. Pero en lo personal, lo que más pena me da es perder el abuelo que era. Siento que a sus nietos les robaron 15 años de crecer con ese tata tan choro, tan energético, lleno de cuentos, de panoramas”, sostiene Cristóbal.
Sin lugar a dudas, los dos momentos más difíciles del segundo mandato de Piñera fueron el estallido social y la pandemia del coronavirus. En medio de la primera, el exmandatario fue criticado por ir a comer pizzas al restaurante Romaria en Vitacura cuando las protestas estaban incrementando.
A finales de diciembre de 2019, el expresidente dijo “(lo de las pizzas) es una anécdota. Ese día llegué a La Moneda muy temprano en la mañana y me fui como a las 3-4 de la mañana y tenía un compromiso adquirido con un nieto. Me demoré 45 minutos. Si pudiera volver atrás, le habría dicho 'nieto, se lo prometí, sé que para ti era muy importante, y no habría ido'".
Juan de Dios, uno de los hijos de Magdalena, estaba de cumpleaños el 18 de octubre de 2019, la madre comenta que “a él lo llevó a comer la famosa pizza. Siempre estaba comprometido con ellos. Nunca faltó a ningún compromiso”.
Sobre la salida a celebrar de Piñera, dijo que la salida familiar “no fue en medio (del estallido social). La crisis estalló después. Salió media hora y volvió. Lo llamó Andrés Chadwick e inmediatamente partieron a La Moneda”.
Por su parte, Cristóbal dijo “creo que fue súper injusta esa crítica porque, de partida, como dice mi hermana, en ese momento nadie tenía las piezas del puzzle para saber la envergadura de lo que estaba pasando. La dedicación y el trabajo que ponía mi papá de lunes a domingo, que él tuvo cuando fue Presidente... la verdad, me cuesta pensar que una persona le dedique tanto tiempo y trabajo, pasión y tanto amor como él”.
“Mi papá tiene una cualidad que es bien impresionante, es una entereza, una templanza y una capacidad de resiliencia... Creo que no hubo mejor líder para estar al mando en una situación de esa envergadura que vivimos en Chile en ese tiempo, porque la gente se quiebra. Muchos políticos se quebraron”, afirmó la hija mayor.
Para concluir, Cristóbal dijo “algunos llamaban a sabotear todo (...) y otros querían sacar a las Fuerzas Armadas a la calle. Uno de los legados de vida que nos dejó mi papá siempre fue la vía de diálogo y la democracia, de no ir a soluciones que parecen fáciles, como, por ejemplo, sacar a militares a una confrontación. La vuelta larga, como le dicen, creo que fue el único camino que nos permitió mantener la institucionalidad”.