“Todavía queda tiempo para seguir convenciendo, queda un trámite en el Senado. Así que seguimos adelante”. Con esas palabras cerró la ardua jornada de este jueves en el Congreso el ministro de la Segpres, Juan José Ossa, luego de que el tercer retiro anticipado del 10% de fondos de AFP fuera aprobado ampliamente -con votos oficialistas- por la Cámara de Diputados.
Los dichos de Ossa, que fueron pasadas las 19 horas, se dieron minutos después de que la oposición buscara revertir que el nuevo 10% fuese aplicado de manera “permanente” en la Constitución como una “excepcionalidad” a las facultades del Parlamento.
No solo eso, el proyecto del tercer retiro se aprobaba, así, en particular con rentas vitalicias incluidas, cuestión de la que el gobierno ya había realizado una reserva de constitucionalidad.
El revés del gobierno -no logró alinear nuevamente a su coalición- parecía algo esperado durante la jornada, pues las negociaciones entre Chile Vamos y La Moneda no habían prosperado.
24 horas antes de que comenzara la votación del tercer retiro en Sala, los ministros Ossa y Rodrigo Delgado (Interior) transmitieron a parlamentarios de Chile Vamos que se abrirían a patrocinar o presentar el proyecto de ley que había propuesto el presidenciable UDI Joaquín Lavín sobre retiros del seguro de cesantía (AFC). Esa idea había sido planteada por el alcalde el pasado 9 de marzo y días después se plegó con fuerza el candidato presidencial de RN y el PRI, Mario Desbordes, y también diputados UDI y RN.
“La resistencia es del propio Piñera”, afirmaban en Chile Vamos en torno a las negociaciones fallidas con la Cámara para tener como una alternativa un proyecto de AFC.
La bancada RN, en su mayoría, en todo caso, desde el primer momento, señaló que esta medida sería un “complemento” al tercer retiro, cuestión que no compartían en Palacio. La UDI, en cambio, se abría a abstenerse o a rechazar el proyecto de ley del nuevo 10% en caso de que el gobierno tomara íntegramente la propuesta de Lavín.
Nada de eso ocurrió, al menos en la Cámara, durante esta semana, pues, dicen, Piñera “recortó demasiado” la propuesta de Lavín. “Estuvimos bastante cerca (de cerrar un acuerdo)”, dijo Ossa en el Congreso, al respecto; no obstante, Desbordes minutos después retrucó esa idea. “Hasta ahora no hay ninguna cosa concreta, primero; dos, las pocas conversaciones que ha habido no llegan al millón y medio, por lo tanto, no ha estado realmente sobre la mesa la alternativa de usar los fondos del seguro de cesantía”, señaló el exdiputado este jueves por la noche en CNN.
En ese sentido, revelaba la idea que andaba dando vuelta: que Piñera ponía demasiadas trabas al proyecto de Lavín: un máximo de $400 mil de giro para personas hasta 1,5 millones de pesos de sueldo y que acreditaran bajas en sus ingresos. De esa manera, decían incluso en la UDI, el proyecto no sería atractivo para la ciudadanía que valora positivamente un tercer retiro de fondos. “No puede ser que porque la idea no salió de un habitante de La Moneda, entonces esta no sea buena”, decía por la mañana de este jueves el diputado UDI Sergio Bobadilla, en momentos en que ya se daba desechada la presentación de un nuevo proyecto de ley del gobierno.
“De verdad ha sido un desafío convencer al Presidente de que este es un camino -no es el mejor (10%), en eso estamos todos de acuerdo, en eso coincidimos con él-, pero es el camino que existe. Y eso también ocurrió con el retiro del fondo de seguro de cesantía”, agregó más tarde en conversación con T13.CL el diputado RN Francisco Eguiguren.
La nueva apuesta: camino conocido
Con una derrota para el gobierno en la Cámara, así, se comenzó a delinear la estrategia para enfrentar el segundo trámite constitucional en el Senado. Ya desde la mañana del jueves, los diputados de Chile Vamos avizoraban que el gobierno apostaría sus últimas fichas en el Senado, tal como ocurrió para el segundo retiro de fondos.
La idea, en ese sentido, empezó a tomar fuerza: el gobierno negociará con el Senado la posibilidad de presentar una alternativa -no complementaria- al tercer 10% con el AFC sobre la mesa. La negociación, dicen, seguirá siendo directa con el propio Lavín.
No solo eso, sino que, además, el gobierno dilatará la presentación ante el TC, pues, dicen, en el Senado las cosas pueden cambiar, sobre todo en el ámbito de las rentas vitalicias. Y los “buenos recursos”, enfatizan”, hay que utilizarlos en el momento correcto.
Eso sí, Ossa fue enfático durante toda la jornada que “en ningún momento ha estado en duda” recurrir al TC y que solo se han estado afinando “detalles”.
Desde el Senado, el oficialismo ve el tema con cautela. Los más “duros” incluso esperan que el gobierno recurra al TC antes del segundo trámite para así no terminar, en la Cámara Alta, pagando los costos políticos al rechazar un nuevo retiro; otros, en tanto, dicen que el gobierno debe agotar todas las instancias para dar vuelta este nuevo retiro.
La fórmula, en todo caso, ya es algo conocido. Para el primer retiro, se superaron los 3/5 de quórum y finalmente el gobierno desechó ir al TC. Para el segundo, en tanto, en medio del segundo trámite en el Senado, el comité político de entonces negoció con el oficialismo y la oposición rechazar el proyecto de ley de opositor a cambio de que La Moneda impulsara uno propio. Eso sí, recurrió al TC por la iniciativa de la centroizquierda.
Esta vez, entonces estaría sobre la mesa un nuevo requerimiento ante el TC y una idea alternativa. El camino pese a ser conocido, recalcan, es complejo sobre todo en momentos en que la relación política entre el gobierno y el oficialismo es débil. Y al menos hay cinco senadores de Chile Vamos “díscolos”.