El fracaso de la primera sesión de la Convención Constitucional dejó mal parado al gobierno y en particular al Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia, que estaba encargado de facilitar todo para el correcto funcionamiento del órgano que escribirá una nueva Constitución para Chile.
En particular, los convencionales constituyentes apuntaron al ministro de la Segpres, Juan José Ossa, al subsecretario de la cartera Máximo Pavez y al secretario ejecutivo de la Unidad Administrativa de la Convención Constitucional, Francisco Encina. Desde los partidos de la oposición pidieron incluso la renuncia de las tres autoridades.
Los representantes de derecha de Convención Constitucional también reconocieron la responsabilidad del gobierno en que no se pudiera realizar la primera sesión de la constituyente por problemas técnicos en el ExCongreso Nacional.
Desde La Moneda en tanto, centran la responsabilidad en Francisco Encina, quien habría presentado su renuncia y no seguiría en el cargo luego que se eche a andar la Convención Constitucional y funcione de manera autónoma.
Una eventual responsabilidad del ministro Ossa, a quien incluso la oposición está pensando acusar constitucionalmente por lo ocurrido la tarde del lunes en el ExCongreso, no es vista así desde el palacio de gobierno.
Desde el círculo cercano de Francisco Encina, sin embargo, descartan que el exjefe de gabinete de Ossa haya puesto su cargo a disposición y seguiría al frente de la Unidad Administrativa de la Convención Constitucional.