El exjefe de la División de Desarrollo Social y Humano del Gobierno Regional del Biobío Simón Acuña descartó ser responsable de faltas a la probidad durante su gestión a cargo del órgano público y acusó injurias y calumnias, en medio de su renuncia a la gobernación luego que se le vinculara al Caso Lencerías.
Mediante un comunicado, Acuña aseguró que siempre actuó “con probidad y diligencia” en el caso sobre traspaso de fondos a fundaciones que es investigado por el Ministerio Público.
“Es indispensable aclarar que en mi rol nunca tuve la autoridad para evaluar programas ni para asignar recursos”, comenzó diciendo.
“Lamentablemente, y pese a tener todos los antecedentes que desmentían una serie de acusaciones infundadas y malintencionadas, se optó por involucrarme en un contexto de malas prácticas como las que hemos conocido en las últimas semanas en diversos puntos del país, calificando mi labor de manera tendenciosa”, añadió.
“En todo este tiempo en que se me ha acusado, injuriado y calumniado, he sido respetuoso para que la justicia actúe, con la seguridad de que se demostrará mi actuar apegado a la ley y a la probidad”, complementó.
La Fiscalía Regional del Biobío allanó el lunes las oficinas que estaban a cargo de Acuña en el Gobierno Regional del Biobío y, según pudo conocer T13, allanó su domicilio la noche del martes.
Acuña renunció a su cargo al mismo tiempo que lo hizo el exadministrador regional Rodrigo Martínez y el exjefe de gabinete del gobernador, Rodrigo Alarcón. Un reportaje de T13 mostró que las tres altas autoridades del Gore del Biobío sabían de las eventuales irregularidades que se habrían cometido en el traspaso de fondos a la fundación a cargo de la excandidata a alcaldesa Camila Polizzi, al menos desde abril.
El exfuncionario aseguró que ha colaborado con la investigación y que lo seguirá haciendo. “Confío en que la justicia finalmente respaldará mi actuar, y seguiré trabajando con probidad, buscando ser un aporte para el desarrollo de la región y sus habitantes”, expresó en el comunicado.