El ex ministro de Economía, José Ramón Valente, se refirió a la situación actual del país, siete meses después de haber abandonado el gabinete del Presidente Sebastián Piñera.
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En entrevista con Pulso de La Tercera, el ex titular de Economía aseguró que tras el 18 de octubre, el programa de gobierno cambió completamente y que pareciera que hubiese empezado uno nuevo.
"Nosotros entramos con una épica muy clara que era transformar a Chile en la primera nación de Latinoamérica capaz de tener una calidad de vida de país desarrollado. Ahora, el programa de gobierno es distinto, está enfocado en fortalecer las instituciones, reducir la violencia, al proceso constituyente; por lo tanto tiene un énfasis distinto", señaló Valente.
En relación a los hechos de violencia y las diversas protestas en el país, el ex ministro señaló que el país tuvo una "debilidad institucional muy importante para enfrentar esta crisis de manera civilizada".
"Tener demandas sociales y expresarlas es muy legítimo, pero expresarlas con violencia, destrucción, no me parece legítimo. En muchas partes se producen manifestaciones, pero el apoyo a la violencia o la tolerancia que hubo y, sobre todo, en una parte de la clase política, es algo inentendible", señaló.
Cuestionamientos al modelo
Sobre los cuestionamientos al modelo económico del país, Valente asegura que la estrategia chilena -basada en el libre mercado- "ha dado grandes beneficios a los chilenos, entre ellos la reducción de la pobreza y la desigualdad" y asegura que la institucionalidad económica se ha visto afectada por "una sensación, a mi juicio exagerada, de que en Chile todos los mercados son poco competitivos y que la generación de riqueza es ilegítima".
El ex ministro aseguró que la visión de que existen dos tipos de ciudadanos (uno de primera y segunda categoría) "es una caricatura que no existe".
"Cuando se miran los beneficios del desarrollo, estos les llegaron a todos los chilenos. A unos más, a otros menos, y sin duda hay chilenos más ricos y otros más pobres, pero hace 30 años había 4 millones de personas viviendo en campamentos, y hoy día son 100 mil. Antes había 100 mil personas que iban a la universidad, y ahora un millón 300 mil (...) Esa caricatura que el progreso económico le estaba llegando a algunos y a otros no, no me la compro", aseguró.
Aún así, Valente cree que el modelo es mejorable y que "todavía hay algunos privilegios, eventos de monopolio, no somos un país perfecto, pero somos un mejor país de lo que éramos hace 30, 20 o 10 años. A la gente le da vergüenza decirlo: el modelo de desarrollo de la economía chilena estaba funcionando bien".
Nueva constitución y escenario económico
En relación a proceso constituyente, Valente asegura que es una muestra "de la desconexión entre el mundo político y la ciudadanía. Hoy le estamos dedicando un esfuerzo muy grande al tema de que se necesita una nueva Constitución, pero cuando uno le pregunta a la gente cuáles son sus prioridades, son más bien pensiones, salud, trato justo, salarios, empleo y la Constitución está bastante atrás. Sin embargo, el mundo político se las arregló para hacer de este tema el más relevante".
En lo económico, el ex ministro asegura que "no hay nada que celebrar. Con las proyecciones actuales, a diciembre de este año los chilenos tendremos US$ 1.000 menos de ingreso per cápita como consecuencia de la violencia e incertidumbre generadas a partir del 18 de octubre. Si agregamos el empobrecimiento generado por el aumento del tipo de cambio, la cifra aumentaría a US$ 3.500".