-¿Cuál es el ambiente en California, hay polarización como se percibe desde Chile?
-Yo estoy en la ciudad de Los Ángeles. La verdad es que el ambiente es bastante tranquilo. En los swing states (los estados decisivos: Wisconsin, Michigan, Pennsylvania, North Carolina, Georgia, Nevada y Arizona) se vive la elección con mucha intensidad, en ciudades como Filadelfia, Madison, Atlanta. No hay certeza de quién va a ganar. La gente está un poco cansada de ver a Trump, pero no va a cambiar el mundo si gana.
-Algunas columnas de opinión dicen que los dos candidatos son malos. ¿Qué piensas sobre eso?
-Kamala Harris no creo que haya sido mala candidata dadas las circunstancias. O sea, armar una campaña presidencial en pocas semanas, y posesionarse como lo hizo, es rescatable. El desastre que se avecinaba para el Partido Demócrata con Biden, ella lo revirtió. Ahora la carrera es competitiva gracias a sus decisiones. Lo que sí comparto es que su campaña ha sido débil en propuestas. Habla muchas generalidades. Pero eso es una tónica que venimos escuchando hace mucho tiempo: no se discuten muchas ideas y la economía brilla por su ausencia.
-¿Se ha instalado un discurso en que el adversario es tu enemigo?
-Claramente. Es una campaña que se basa mucho más en la amenaza que implica el otro versus lo que propone uno. La otra persona es una amenaza a tu forma de vida. El tema central de Trump ha sido contra la inmigración, porque es una amenaza al estilo de vida para mucha gente en EEUU.
Los demócratas hablan mucho del aborto porque en ese ámbito los republicanos constituyen una amenaza a nuestra libertad. Es una campaña negativa. Kamala Harris es una persona competente, que tiene una experiencia política mayor a la que tuvo Trump en 2016. Antes de ser presidente Trump no tenía prácticamente ninguna experiencia política.
-Encuestas recientes dicen que se ha estrechado la distancia. ¿El voto femenino puede darle impulso a Harris?
-Exacto. Al principio, Harris subió cinco puntos respecto a Biden, que estaba yéndose al piso. Después Trump se empezó a estabilizar, cosa que es normal, porque era imposible que Harris ganara caminando. Eso nunca fue realista. Lo que no le conviene a Trump es que la gente lo vea mucho hablar, porque espanta a votantes decisivos. La cosa venía bien para Trump en las últimas dos semanas. Y ahora empezó a estrecharse. El fin de semana salieron encuestas que básicamente los ponen empatados en el Medio Oeste. Harris con una pequeña ventaja en Wisconsin. Trump va arriba en Arizona en cuatro puntos y Harris arriba en Nevada. En North Carolina y en Georgia casi igualados. En los últimos días, Harris se muestra más competitiva en estos estados del sur.
-¿Hubo un daño institucional en Estados Unidos bajo la presidencia de Trump? ¿Este Trump es más maduro?
-No creo que este Trump sea más maduro. Trump es una persona a la cual lo mueve el narcisismo. Siempre está reclamando porque no lo consideran lo suficiente, porque la prensa no cubre la cantidad de personas que hay en su rally y una serie de cosas de ese tipo. El Trump de ahora está con una nueva coalición, con un grupo de personas más conservadoras.
-¿Más radicales?
-Sí. Su candidato a vicepresidente JD Vance es alguien más ideologizado y más de derecha que Mike Pence. Son personas más religiosas y más radicales. La administración Trump, si gana, va a ser de mucho conflicto, va a vengarse de sus enemigos y de pasarle la cuenta a los que lo criticaron, pero con los estados respondiendo muy fuertemente para poner freno a todas sus medidas.
-¿Cuál es el principal enemigo de Trump?
-El principal enemigo de Trump va a ser él mismo, su narcisismo, su personalismo, su caudillismo. Será inevitable que se pelee con su equipo, tal como se peleó con casi todas las personas estaban en su gobierno anterior. El Partido Demócrata no creo que tenga un mal resultado electoral. No creo que quede en el suelo. Lo que sí va a tener Trump a su favor es el Senado, que lo más probable es que lo ganen los republicanos.
-En el plano internacional, ¿cuáles son los principales temores que representa Trump?
-El principal temor es para Ucrania, porque es muy probable que Trump llegue a un acuerdo con Putin para terminar la guerra. Probablemente negocie un acuerdo que no sea bueno para Ucrania y que sea más beneficioso para Rusia. En el Partido Republicano hay una división interna. Pero aceptaron que el apoyo a Ucrania no es innegociable.
En el tema de Israel es bien paradojal, ya que hay grupos musulmanes en Michigan que han apoyado a Trump, diciendo que la administración Biden ha sido muy pro Israel. Trump se mueve en la lógica de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, pero si gana va a haber un apoyo más decidido a Israel.
-¿Para un país pequeño como Chile, que está lejos, qué le conviene?
-A Trump le importa muy poco América Latina. Lo que le importa es básicamente que no entren más inmigrantes desde México. Harris va a ser un poco menos proteccionista. En ese sentido para Chile quizás sea mejor que gane Harris. Kamala Harris es una política más predecible, más del mainstream. Para la diplomacia chilena lidiar con un actor más predecible, un político más tradicional, que uno sabe más o menos cómo se va a comportar, es mejor.
-Muchos latinos y afroamericanos van a votar por Trump. ¿Eso rompe ciertas tendencias?
-Completamente. Hay dos tendencias muy relevantes en el electorado norteamericano. Los demócratas aún conservan un apoyo muy grande en las comunidades afroamericanas y entre los latinos. Pero Trump ha ido ganando en ambos grupos, sobre todo en hombres. Y esto también se relaciona a la brecha de género. En hombres Trump tiene un apoyo de 60/40. Entra las mujeres Trump pierde 40/60.
Un segundo fenómeno es el grupo afroamericano, que votaba demócrata. Ahora, los grupos conservadores, sean afroamericanos o latinos, votan Trump. Hoy la gente vota de forma más coherente con su ideología. Trump ha subido en latinos y afroamericanos, especialmente hombres.
-¿Y respecto a Harris?
-Por otro lado, Kamala Harris ha subido entre los blancos suburbanos, más moderados. Y sobre todo, con más educación. La base republicana se ha ido yendo hacia la clase blanca trabajadora, sin educación universitaria, más masculina. Y la base demócrata ha ido mutando hacia sectores con más educación y blancos. Todavía los demócratas ganan bastante lejos en afroamericanos y por un margen en latinos. Pero ha ido cambiando.
-¿Esta va a ser una elección más estrecha, más disputada? ¿Qué estados van a cambiar el barómetro?
-Yo creo que va a ser 100% disputada. Probablemente se va a definir por unas decenas de miles de votos. La encuesta del último día podría ser más favorable a Kamala Harris. Pero no hay una tendencia avasalladora en ninguna parte.