Jueves 10 de octubre: Un subcomisario en el Estadio Nacional
Monsalve citó a su oficina a la ex jefa de Inteligencia de la PDI, Cristina Vilches. Según dijo a Fiscalía, le habría expresado preocupación por “haber sido objeto de algún tipo de atentado o sustracción de información desde su celular”.
- Entonces le ordenó reconstruir “12 o 13 horas” que según él no recordaba.
- Cerca de las 20:30, Vilches llamó al subjefe de Contrainteligencia y le solicitó preparar un equipo de trabajo. “No me dio más detalles, tampoco los pedí”, declaró el policía ante los fiscales.
- La orden llegó rápido a oídos del jefe de Contrainteligencia: “Me pidió que realizara el seguimiento a las cámaras y otras diligencias para determinar lo que había sucedido”.
- El subcomisario a cargo de la operación estaba entonces en el Estadio Nacional viendo el partido Chile-Brasil. Dejó el estadio, contactó a otro PDI y le encargó dirigirse al centro de Santiago, donde se reunió el equipo (en calle San Pablo).
- Un detective señaló a Fiscalía que el encargo de Vilches era: “Saber qué pasó en el restaurant y después, y cómo estaba la persona que acompañaba a Monsalve”. “Se sospechaba que el subsecretario y tal vez su acompañante podían haber sido abordados por sujetos”, dijo otro testigo.
- Tras la reunión, buscaron sin éxito el domicilio de la subalterna. Esa noche no hicieron más diligencias.
Viernes 11 de octubre: La cámara extraviada
- A las 08:30, tres detectives fueron al restaurant Ají Seco a verificar las cámaras. No estaba la persona que podía ayudarlos, así que se trasladaron al cuartel general de la PDI, en calle general Mackenna.
- En el lugar había una cámara que podía ser de interés, indicó el jefe de la operación en su testimonio. Dos funcionarios la incautaron y la revisaron más tarde en su unidad.
- Un informe policial afirma que los registros de la cámara apostada en el cuartel general de la PDI no se encontraron. Tampoco se entregaron a la Fiscalía, sin que existan razones de peso para aquello.
- Un policía testificó: “Nos dimos cuenta de que (la cámara) no servía, pues apuntaba a la vereda del cuartel y no mostraba la calle”. Otros integrantes del equipo mantuvieron esa versión ante la Fiscalía.
- El 21 de octubre, vale decir, 10 días después, comisarios de la policía solicitaron las imágenes. La respuesta fue: “Funcionarios de la Brigada de Contrainteligencia ya se habían llevado los respaldos de dicha cámara el 11 de octubre”.
- En paralelo, ese viernes 11 de octubre dos funcionarios de Inteligencia llegaron a La Moneda a reunirse con Vilches y Monsalve. Ella les solicitó inspeccionar el teléfono del ex subsecretario, que, según la versión que se les entregó, podría estar intervenido.
- En la oficina del ex subsecretario, uno de los policías registró manualmente su celular y, a simple vista, no encontró nada sospechoso. Dijo entonces que era necesario examinarlo con un software forense. Monsalve sacó la tarjeta SIM del aparato y pidió que le llevaran un nuevo teléfono. El proceso tomó cerca de 45 minutos.
- El celular fue revisado en las oficinas de Pedro de Valdivia de la PDI hasta las 21:00.
PDI llega al domicilio de la denunciante. Ese mismo día dos funcionarios de la PDI llegaron al edificio de la denunciante. Querían verificar si vivía ahí. Pidieron al conserje revisar un software con los residentes. Encontraron una persona cuyos nombres coincidían, pero no aparecía su apellido.
- “Se me instruye que compremos un sándwich, porque era la hora de almuerzo y se lo fuéramos a dejar para ver el estado en que estaba ella”, relató uno de los PDI a la Fiscalía.
- Al volver al edificio el portero intentó contactarse con el departamento, pero se trataba de otra persona.
- Tras verificar el nombre de la subalterna en el sistema, repitieron la operación.
- El mismo PDI llegó con un sándwich de salmón con tomate y alcaparras. El conserje llamó al departamento.
- “Digo que vengan a buscar el sándwich, que está pagado, me responde una mujer que nadie compró nada. Les reitero que está pagado. Me preguntaron a nombre de quién estaba el sándwich y les dije que no manejaba la información, que yo sólo hacía el despacho. Ahí me dice ‘ya, bueno, voy a bajar altiro”, declaró un detective.
- Minutos después, el padre de la denunciante junto a un amigo retiraron el sándwich.
- “Uno de ellos me pregunta quién me envió. Le respondí que no tengo conocimiento de eso, que sólo hago el despacho”, testificó el policía.
- Después informó a sus superiores de la entrega y que “probablemente ella (la denunciante) había atendido el citófono, por lo que al parecer se encontraba bien”.
“Se me pide ir a la Municipalidad de Santiago”. Pasadas las 19:00, el jefe y el subjefe de Contrainteligencia informaron a Cristina Vilches de las diligencias. Le dijeron “que la chica estaba bien”. La exjefa de Inteligencia les dijo entonces que se contactaran con la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE).
- “Se me pide ir a sala Prat de la Municipalidad de Santiago a buscar unos videos en el marco de la investigación por secuestro, y que éstos tenían que ser de tres intersecciones de calles del centro, del 22 de septiembre”, narró un inspector.
- Los registros se los entregó al jefe de Contrainteligencia. “En ningún momento me señaló nada en relación a las mismas ni la utilidad que podían tener. Tampoco vi los videos”, declaró.
- A esa altura el equipo había regresado del restaurant Ají Seco, donde les dijeron que las cámaras no estaban disponibles, ya que estaban “sobre escritas”.
Sábado 12 de octubre: El Whatsapp a Monsalve
A las 10:00, detectives de la BIPE y de Contrainteligencia volvieron a la Municipalidad de Santiago y pidieron ampliar el rango horario de las cámaras, desde las 21:00 del 22 de septiembre hasta las 03:00 del día 23.
- Después, cerca de las 12:00, dos funcionarios llegaron al Hotel Panamericano y solicitaron el registro de las cámaras entre el mediodía del 22 y el mediodía del 23 de septiembre. Lograron conseguir los videos de dos cámaras que dan a la recepción.
- El administrador del hotel les preguntó “si se trata de lo mismo por lo que Carabineros había ido recién al lugar por unos mapuche”.
- Vilches le escribió un WhatsApp a Monsalve. “Ella (la denunciante) está bien con su padre”, le habría señalado.
- El lunes 14 acudió a La Moneda a rendirle cuenta a Monsalve de los resultados de la investigación. “Le reporté que no había nada sospechoso, me dio las gracias y se sorprendió de lo que yo le daba cuenta”, declaró.